Los cuestionamientos surgidos en medio del proceso de fijación tarifaria de VTR para sus líneas fijas, correspondientes al quinquenio 2017-2022, que se realiza cada cinco años y en el cual la autoridad determina el valor que paga una empresa cuando uno de sus clientes llama a otra operadora, han puesto en el tapete los elevados niveles tarifarios que tiene Chile frente a otros países.
Y es que la solicitud de la norteamericana reveló la disputa que tiene con la Subsecretaria de Telecomunicaciones, cuyos valores decretados en primera instancia están muy por debajo de lo solicitado por la empresa. VTR propuso un valor de $ 8,5 por minuto, cifra que fue contrarrestada por la autoridad fijando el valor en $ 3,3. La última opción que la compañía presentó fue de $ 5,44 y cuya resolución final está ad portas de concluir.
La tendencia a la baja de estos precios revelan lo lejos que se encuentra Chile con la realidad de países europeos, cuyos cargos de acceso incluso están por debajo de $ 1 por minuto. El promedio de los cargos de acceso que determina la autoridad para cada compañía están muy por sobre la Unión Europea, donde el promedio es de $ 1,36 por llamada, mientras que en Chile ese valor llega a $ 4. De esta forma, el país muestras tarifas de interconexión 194% por sobre el valor promedio del viejo continente.
Francia, Bélgica, España, Portugal y Alemania tienen cobros vigentes bajo el $ 1 por minuto y se espera que en Europa este tipo de tarifas se elimine hacía 2020.
Para el ex subsecretario de Telecomunicaciones, Jorge Atton, en Chile también deberían eliminarse, ya que hoy las empresas utilizan la misma infraestructura para datos móviles y de voz, por lo que este sistema de cobro debería suprimirse. “Hoy día existe convergencia tecnológica y no hay ninguna diferencia entre telefonía fija e inalámbrica. Este tipo de cobros se hacía cuando había empresas monopólicas, hoy este sistema está obsoleto”, precisa Atton.
Uno de los grandes problemas que establece el actual modelo tarifario, es que fija los valores de cobros a raíz de costos medios, lo que a juicio del especialista en telecomunicaciones genera valores muy dispersos.
“Pueden dar cualquier valor, no es técnico, se puede establecer un consenso para que los números cuadren pero no tiene ninguna lógica, por eso surgen valores con tanta asimetría entre las empresas. Es necesario aumentar la competencia, eliminar estos cobros, lo que nos simplifica y se traduce en menores precios a los clientes”, aseguró.
A esto se suma que la autoridad establece periodos de negociación con cada una de las compañías al completar los 5 años que dura la vigencia de las tarifas. Para Atton esto también debería cambiarse y establecer negociaciones en total por industria y por no por cada empresa. “Cada uno de estos procesos cuesta cerca de $ 300 millones al Estado, debido a la contratación de expertos y peritos para elaborar cada uno de los decretos tarifarios”, dice.
Por ello, para Atton, este será uno de los principales desafíos que tendrá el próximo gobierno en materia de telecomunicaciones, ya que asegura esto se debió hacer en 2015. “No se ha avanzado nada en los últimos cuatro años, hay un abandono importante reglamentario y la posición es clara, independiente del gobierno que salga, es necesario actualizar la legislación en beneficio de los usuarios, cuyo único objetivo final son menos precios”, dijo la ex autoridad.