La semana comienza con una nueva suspensión de cotización, y
una vez más, con el sector inmobiliario de protagonista. La CNMV, el regulador
español, suspendió en bolsa a la inmobiliaria catalana, Aisa. El viernes, la
aseguradora Asefa presentó una solicitud de declaración de insolvencia para la
inmobiliaria por el retraso en sus pagos, y a lo largo de esta semana un juez
decidirá si Aisa está o no en situación concursal.
La oleada de concursos de acreedores entre las empresas
ligadas al ladrillo amenaza con extenderse también entre alguna de las compañías
cotizadas. Los apuros que pasaron en su día grupos como Colonial y
Martinsa-Fadesa los sufre ahora Aisa.
La inmobiliaria fue suspendida de cotización poco antes del
inicio de la jornada en la bolsa española. La CNMV se limitaba a comentar que
la medida se producía "mientras es difundida una información relevante
sobre la citada entidad".
Las informaciones que han surgido en las últimas jornadas
sobre Aisa incidían en la línea de sus problemas financieros. A lo largo de
esta misma semana un juez podría decidir si la compañía está o no en situación
concursal.
El pasado viernes, la aseguradora Asefa presentó una
solicitud de declaración de insolvencia por el retraso en sus pagos. Aisa
aseguró no tener constancia de este requerimiento, aunque reconoció una deuda
con Asefa por 1,3 millones de euros.
La deuda financiera de Aisa se sitúa en 400 millones de
euros, con pagos pendientes a acreedores ordinarios por 116 millones. La
empresa sostiene que su endeudamiento se ha reducido en 100 millones en los últimos
meses y que está al día en el pago de sus deudas.
Acciones
Los apuros en Aisa se han reflejado en su cotización. La
compañía presenta las mayores caídas de todo el Mercado Continuo en el
acumulado del año, al sumar un 57% de desplome, y secundada además en este ránking
negativo por otras dos inmobiliarias, participadas también por Nozar, Afirma y
Colonial, con cerca también de un 57% de pérdidas en bolsa.