El retail se preparó para las vacas flacas: enfrentará la desaceleración con una mejor situación financiera
Las cifras extraordinarias del año pasado permitieron a las compañías reducir niveles de deuda y mejorar sus operaciones, puntos valorados por las clasificadoras de riesgo que han visto con buenos ojos el uso de esos recursos.
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En abril de 2020, Feller Rate ponía bajo revisión especial a las empresas de retail que analizaba como clasificadora de riesgo, ya que el cierre de tiendas a raíz de la pandemia teñía de incertidumbre el futuro de las compañías.
Dos años y medio más tarde, la situación ha cambiado diametralmente. El boom de consumo provocado por los retiros de los fondos de pensiones y las ayudas fiscales llevó al sector a lograr utilidades históricas en 2021 y, ahora, se prevé una contracción en el consumo, debido a los altos niveles de inflación anual de dos dígitos en el país.
Según cifras de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), las ventas del retail cayeron un 20,8% en la semana del 22 al 28 de agosto en comparación a las mismas fechas en 2021, acumulando una caída anual de un 9,3% anual.
No obstante, esta vez las clasificadoras no han alertado de la misma manera que en 2020. Al contrario, muchas de las compañías del sector han mejorado sus perspectivas. ¿La razón? La pandemia y el periodo de alto consumo las llevaron a fortalecerse operativa y financieramente.
Holgura financiera
“No es lo mismo que tengas un periodo extraordinariamente positivo y uses toda esa plata, por ejemplo, para pagar dividendos. Eso implica que, en términos crediticios, la empresa está igual”, dice Maricela Plaza, directora senior de Corporaciones en la clasificadora ICR Chile.
“Pero si tú usas esos fondos para pagar deuda o para invertir en todo lo que antes no podías porque no tenías tantos recursos, como tecnología, canales de distribución, estás mejorando tu negocio estructuralmente hablando. Y eso es precisamente lo que se observó durante 2021 y en la primera parte de 2022”, añadió.
Ese factor tuvo en cuenta Feller Rate al ratificar la clasificación de Hites en BBB+ y mejorar sus perspectivas de Estables a Positivas. Los analistas señalaron que, en marzo, la deuda financiera ajustada de la compañía había caído un 15,9% en comparación a 2021, bajando a los $114.977 millones.
Mismo criterio tuvieron en cuenta Humphreys e ICR para subir la nota de La Polar. Esta última afirmó que “la compañía logró reducir su stock de obligaciones financieras, al mismo tiempo que su mejor posición competitiva capturó renegociaciones de las condiciones contractuales de sus arriendos”.
Aldo Morales, subgerente de Estudios de Renta Variable en Bice Inversiones, señala que, si bien las perspectivas de los próximos doce meses serán desafiantes por el contexto macroeconómico, “los resultados operacionales de 2021 fueron anormalmente positivos y eso mejoró la posición financiera de las compañías. En 2022 se ha visto un aumento en el endeudamiento neto, pero la holgura sigue siendo alta”, afirma.
Como ejemplo, nombra a Falabella, que tiene un covenant -compromiso asumido por la empresa con los tenedores de deuda- de deuda financiera neta patrimonial no mayor a 1,4x, y a junio 2022 cerró en 0,58x, “es decir, tiene una holgura importante”.
Agrega que Ripley es la única con un nivel de deuda mayor, pero que recibirá caja tras anunciar la venta de su participación minoritaria en la sociedad Nuevos Desarrollos que compartía con Mallplaza.
“Fortaleza estructural”
Benjamín Rodríguez, analista de Humphreys, afirma que la pandemia le permitió a las compañías generar mayores mecanismos para hacer frente y que, los aprendizajes ganados en las cuarentenas de 2020 servirán para la contracción que viene ahora.
“Si estamos en una recesión o en un menor consumo de la población, obviamente puede afectar a esta industria. Pero creemos que su fortaleza estructural se va a mantener y que van a ser capaces de mantener un endeudamiento controlado”, señala.
Ese factor tuvo en cuenta ICR al subir la nota de AD Retail -matriz de ABCdin-, informe en el que destacó “la significativa mejora operacional” que tuvo la empresa aprovechando los estímulos de liquidez. La directora senior de Corporaciones de esta clasificadora, Maricela Plaza, argumenta que, aunque se deben repartir ciertos dividendos, “es importante que un remanente de los recursos los utilices para tener un respaldo de un colchón de liquidez”.
Diversificación a los segmentos
financiero e inmobiliario
Al elevar la clasificación de Cencosud, entre sus argumentos, Fitch Ratings mencionó la fuerte apuesta por los supermercados, segmento que considera más defensivo ante el contexto económico actual. Asimismo, al hacer lo propio con AD Retail, ICR apuntó a que, a pesar de la menor demanda, se esperaba una reactivación del negocio financiero.
Los analistas de las clasificadoras señalan que la diversificación -sobre todo en este último segmento y, en el caso de las compañías más grandes, también el inmobiliario- es otra contribución para mejorar las perspectivas de las firmas del sector.
Maricela Plaza comenta que, junto con los altos niveles de consumo de 2021, las empresas se estaban viendo beneficiadas por los números de morosidad históricamente bajos en el segmento financiero. Ahora, sostiene que el desafío es aumentar su cartera de clientes, pero con riesgos de retorno moderados.
Por su parte, Benjamín Rodríguez afirma que el negocio financiero permite a las compañías tener una “fuerte integración con las ventas de retail, que es bien fuerte”.