El llamado plan "Fenix" ideado para salvar a
la maltrecha compañía aérea de bandera Alitalia contempla el recorte
de 3.250 empleos, anunció hoy el ministro de Trabajo, Maurizio
Sacconi, tras el primer encuentro con los sindicatos.
Sacconi explicó que los recortes se producirán tras la aplicación
del plan, que prevé la creación de una nueva compañía con la fusión
de la aerolínea nacional AirOne y Alitalia y que quedará con 14.250
dependientes.
En las cuentas de Sacconi se incluyen sólo el personal con
contrato indefinido, ya que no se renovará a los trabajadores con
contrato temporal.
Asimismo, el titular de trabajo especificó que de los 14.250
empleados de la nueva aerolínea, 2.750 dependerán de empresas
externalizadas, entre estos 700 de administración y de los centros
de atención al cliente, 1.600 encargados de mantenimiento y 450 del
sector de carga.
Sacconi aseguró se están estudiando medidas de apoyo e incentivos
para los empleados que se puedan ver afectados en la
reestructuración, así como se intentará la recolocación de algunos
de los trabajadores.
El plan de reflote de Alitalia prevé la división de la aerolínea
en dos partes: una que será comprada por un grupo de empresarios
italianos que se han agrupado en la sociedad Compañía Aérea Italiana
y que se hará con los activos y rutas rentables de Alitalia y de la
aerolínea AirOne, la segunda del país.
La segunda mitad de Alitalia, que quedará bajo la administración
especial, se haría cargo de las deudas y el resto de actividades.
El Consejero delegado de la Compañía Aérea Italiana, Rocco
Sabelli, aseguró hoy que la nueva Alitalia será una aerolínea
"completa" con vuelos de corto y largo recorrido y que se prevén
beneficios en un plazo de dos años.
Tras esta primera reunión con el Gobierno y los dirigentes de la
nueva compañía, el presidente del sindicato ANPAV, que representa a
los asistentes de vuelo, Massimo Muccioli, aseguró que "los recortes
son excesivos".
Por su parte Raffaele Bonanni, secretario general de CISL, uno de
los tres sindicatos mayoritarios del país, se definió tras esta
primera reunión "moderadamente satisfecho" ante un número de
recortes inferior al previsto.
Los sindicatos anunciaron que darán una primera opinión sobre el
plan mañana tras una nueva reunión.