La automotriz alemana Volkswagen perdió el liderazgo de las ventas globales de automóviles ante la japonesa Toyota, tras dos trimestres en el primer lugar, debido al impacto que le ha reportado el escándalo de la adulteración de las emisiones.
Toyota informó ayer que vendió 7,49 millones de vehículos en el año hasta septiembre, superando los 7,43 millones de autos que Volkswagen reportó a principios de este mes. Las entregas de ambas firmas bajaron 1,5%.
Los resultados dan cuenta del impacto que produjo para Volkswagen admitir que había adulterado las emisiones de sus motores diésel, pese a que en los datos se incluyen sólo las dos semanas posteriores al escándalo.
La firma alemana había superado a Toyota en ventas globales en los primeros seis meses del año, pero ahora se encuentra preparando las reparaciones de 11 millones de vehículos en todo el mundo. Además, debió suspender las ventas de sus modelos diésel en varios mercados mientras repara sus motores para que cumplan con las normas.
La empresa también enfrenta una desaceleración de la demanda en China, su mayor mercado, con las entregas de su marca homónima bajando 7,4% en los primeros nueve meses del año en ese país.
"Toyota será la número 1 este año", aseguró Koji Endo, analista del mercado automotor de Advanced Research Japan, a Bloomberg. "VW podría enfrentar dificultades en sus ventas debido al escándalo hacia el próximo año en Europa y en EEUU, y no veo que el mercado chino se recupere pronto", agregó.
El escándalo de emisiones de Volkswagen provocó la salida del director ejecutivo Martin Winterkorn, que había impulsado a la empresa a superar a Toyota y la estadounidense General Motors y a convertirse en el líder global por ventas.
Bruselas conocía el caso
Altos funcionarios del departamento de medioambiente de la Unión Europea habrían alertado de que las automotrices estaban manipulando los test de emisiones más de dos años antes de que las autoridades estadounidenses descubrieran las trampas de Volkswagen en sus motores diésel, según documentos internos de la Comisión Europea obtenidos por Financial Times.
A pesar de las advertencias de Janez Potocnik, por aquel entonces comisario de medioambiente de la Unión Europea, Bruselas no actuó para tomar medidas sobre esas prácticas y, en su lugar, dejó que siguiera aplicándose un normativa que deja lagunas legales en los test que fueron aprovechadas por Volkswagen.
Financial Times afirma que los documentos a los que ha tenido acceso muestran que la manipulación de las emisiones en las pruebas por parte de los fabricantes del motor era ampliamente conocido al más alto nivel de la Unión Europea.
En una carta escrita a Antonio Tajani, entonces comisario europeo a cargo de política industrial, en febrero de 2013, Potocnik señaló que los ministros de varios países europeos creían que las "importantes discrepancias" entre la forma en que respondían los vehículos en las carreteras comparado con los test era la "principal razón" de que los niveles de calidad del aire superaran la legislación comunitaria, añade el periódico.