En 2021, alrededor del 4% de las ventas de Volvo Cars correspondió a modelos de batería. Sin embargo, esta cifra aumentó hasta el 11% en 2022, y llegó al 20% en diciembre.
La marca quiere que la mitad de sus ventas sean vehículos exclusivamente eléctricos a mediados de la década, con el objetivo de vender solo coches eléctricos en 2030, uno de los objetivos más ambiciosos de cualquier gran fabricante de automóviles.
Tesla y Ford han rebajado los precios de sus modelos eléctricos. Pero el consejero delegado de Volvo Cars, Jim Rowan, explicó que la empresa había aumentado los precios en 2022 después de que la invasión rusa de Ucrania hiciera subir el precio del litio, un material clave para las baterías.
Pero añadió que la empresa no subió los precios para los clientes que ya habían pedido un coche, lo que significa que el negocio terminó absorbiendo alrededor de un tercio de su aumento total de costos durante el año.
Rowan señaló que esperaba que los precios del litio bajaran este año y que Volvo podría rebajar los suyos en respuesta. Una caída significativa de los precios del litio "nos daría la oportunidad de tomar esa decisión", afirmó.
Pero "no vemos la necesidad" de rebajar los precios, añadió, debido al volumen de pedidos de vehículos eléctricos que Volvo Cars tiene en cartera.
La combinación del aumento de los precios de las materias primas y los chips sumada a los problemas de la cadena de suministro por los prolongados cierres por el Covid en China, redujeron la rentabilidad de Volvo el año pasado.
El beneficio antes de impuestos de la empresa, excluyendo su negocio de motores que se gestiona en una empresa conjunta con la china Geely, cayó un 15,7% a 17.900 millones de coronas suecas (1.600 millones de euros) el año pasado, lo que le reportó un margen operativo del 5,4%. Los ingresos aumentaron un 17% a 330.100 millones de coronas suecas.
Volvo quiere aumentar los márgenes hasta el 8% o el 10% a mediados de la década, así como incrementar las ventas a unas 100.000 al mes, o el equivalente a 1,2 millones al año.
Rowan aseguró que tanto los objetivos de ventas como los de márgenes aún eran alcanzables, citando los planes de la empresa de lanzar una nueva gama de vehículos eléctricos que la introducirán en el mercado de los pequeños utilitarios deportivos, así como la caída prevista de los precios del litio.
A pesar de la crisis del costo de la vida (inflación) y la preocupación por una recesión en algunos mercados, la empresa no ha registrado hasta ahora un aumento de las cancelaciones de pedidos ni ningún indicio de ralentización de la demanda.
"Ha habido una demanda reprimida de gente que quería un coche nuevo, y el mercado de segunda mano está caro en este momento", señaló Rowan.
