Trump amenaza a GM por producir en el extranjero y Ford cancela planta en México
El gigante automotor que tenía planes para instalar una fábrica de US$ 1.600 millones en el país vecino decidió en cambio invertir US$ 700 millones en su operación en Michigan.
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La prometida política proteccionista de Donald Trump está dando resultados antes de que el mandatario electo asuma su cargo. Mientras que el futuro presidente lanza críticas a General Motors, amenazándola con un impuesto de 35% por fabricar autos fuera de EEUU, Ford anunció ayer que canceló una planta de US$ 1.600 millones en México, y en vez de eso invertirá US$ 700 millones en su instalación en Michigan, para ampliar la producción de vehículos eléctricos e híbridos.
“General Motors está enviando su modelo Chevy Cruze fabricado en México a los concesionarios de Estados Unidos libre de impuestos en la frontera. ¡Hágalo en EEUU o pague un gran impuesto fronterizo!”, dijo ayer Donald Trump en Twitter.
El portavoz de la empresa, Tony Cervone, aseguró que el Cruze Sedan se produce en una fábrica en Lordstown, Ohio, y los vehículos que se venden en el país están hechos en ella. En cambio, el Cruze hatchback se hace en México, pero va a los mercados globales, y sólo una pequeña parte se vende en EEUU.
En noviembre, GM anunció planes de despedir a comienzos de 2017 a 2.000 empleados de dos plantas en Estados Unidos. Anteriormente en 2014, dijo que invertirá US$ 5.000 millones en su expansión en América Latina.
Ford renuncia a México
Mientras tanto, Ford anunció ayer que canceló la construcción de una fábrica de US$ 1.600 millones en México, y en vez de eso invertirá US$ 700 millones en su instalación en Michigan. La empresa creará 700 puestos adicionales en la fábrica de Flat Rock, y para 2020-2021 planea producir allá los SUV eléctricos y vehículos autónomos.
Según el director ejecutivo, Marc Fields, la decisión se debe a la débil demanda por autos pequeños y medianos. Sin embargo, el ejecutivo también se refirió a la política de Trump, señalando que sus reformas de impuestos y regulatorias “son necesarias para impulsar la competencia en EEUU”. Anteriormente, el presidente electo caracterizó a la planta como “una desgracia absoluta”.
Trump retwiteó la noticia y señaló que “en vez de sacar fuera los trabajos y la riqueza, Estados Unidos será un imán mundial más grande para la innovación y la creación de trabajos”. Luego, posteó el artículo de New York Post de 1 de enero, “Trump ya está entregando trabajos que prometió a América”.
A su vez, el gobierno mexicano lamentó la decisión de la empresa, señalando que Ford tendrá que pagar los costos asociados.
Declaraciones contradictorias
No es la primera vez que Trump trata de influir directamente en las decisiones de las empresas.
En enero pasado, dijo que hará a Apple “producir sus malditos computadores y cosas en el país en vez de otros países”. A fines de noviembre, su postura obligó al productor de aire acondicionado Carrier a abandonar sus planes de trasladar una fábrica con 1.100 trabajadores de Indiana a México. A principios de diciembre amenazó con cancelar el pedido para el Boeing 747 Air Force One y cuestionó la compra de aviones Lockheed Martin F-35 por su alto costo.