Era un secreto a voces, pero César Alierta, el presidente de Telefónica, lo confirmó ayer. La operadora española desea abandonar Telecom Italia, compañía en la que sustenta un 8,3% del capital.
“Sí, queremos dejar el capital de Telecom Italia”, dijo tajantemente a periodistas en el 28º Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital “El reto europeo”, celebrado ayer en Santander, España.
De acuerdo con el ejecutivo, el problema de la relación entre el grupo español y Telecom Italia fue el hecho de “no ser italianos”, sin embargo valoró su aventura en la operadora italiana porque “aprendieron mucho” y con ella se han reafirmado en que son “una compañía fenomenal”.
La decisión de Telefónica no es una sorpresa, puesto que el grupo ya había dado algunas señales de su intención de abandonar el capital del grupo italiano.
A principios de verano (boreal), la firma colocó bonos convertibles en acciones de Telecom Italia. Posteriormente, Telefónica ofreció ese 8,3% a Vivendi como moneda de cambio en la operación de compra de la brasileña Global Village Telecom (GVT) en la que está inmerso.
La semana pasada, el grupo francés de medios Vivendi anunció negociaciones exclusivas con Telefónica sobre la venta de GVT, aliándose con el grupo español en desmedro de la oferta rival de Telecom Italia.
En la oferta, la española ofrece a Vivendi la posibilidad de adquirir hasta 1.110 millones de acciones ordinarias de Telecom Italia, que representan una participación del 8,3% del capital, a cambio de todas las acciones ordinarias que el grupo francés recibiría de la sociedad resultante de la fusión entre Telefónica Brasil y GVT.
Sin trabas del gobierno
En la ocasión, el presidente ejecutivo de Telefónica se refirió además a la forma en que pretenden hacer frente al financiamiento de la operación. En este sentido, Alierta señaló que no les “preocupa nada” y no descartó poder utilizar el 2% de autocartera para afrontar parte del pago.
Tampoco se mostró preocupado respecto de las posibles decisiones de los reguladores brasileños de cara a las condiciones que puedan imponer para autorizar la compra de GVT, una empresa con la que Telefónica sería líder en el mercado brasileño de banda ancha con cerca de un 31% de cuota de mercado, por delante de la participación del grupo mexicano América Móvil, del magnate Carlos Slim.
“Si fuera otro país, sí, pero en Brasil, no habrá problema. Tanto la presidenta Dilma Rousseff como los otros tres candidatos a la presidencia tienen clarísima la importancia capital de la digitalización de la sociedad”, afirmó.
Venta de acciones
Los planes de Telefónica de vender acciones de su unidad brasileña para financiar la mayor parte de la adquisición por 7.450 millones de euros (US$ 9.800 millones) de la unidad brasileña de banda ancha de Vivendi mantienen las opciones de financiamiento de la carrier española abiertas a futuras ofertas.
Con la venta de acciones nuevas de Telefónica Brasil para financiar la parte en efectivo de la operación -4.660 millones de euros-, Telefónica mantendrá la deuda neta de la división en alrededor de 0,3 veces las ganancias, según datos compilados por Bloomberg.
En ese nivel, Telefónica Brasil podría pedir dinero prestado para adquirir más activos, dijo Walt Piecyk, analista de BTIG.
El anuncio del grupo francés de mantener negociaciones exclusivas con Telefónica sobre la venta de GVT podría acelerar la consolidación en un momento en que cuatro proveedores de servicios inalámbricos de Brasil tratan de hacer frente a la desaceleración del crecimiento y al impulso del gobierno en una mayor inversión en infraestructura.
Más adquisiciones
La brasileña Oi, el cuarto proveedor de banda ancha del país, está trabajando con BTG Pactual para unirse a Telefónica y América Móvil en la mayor oferta en efectivo por TIM Participações, la filial brasileña de Telecom Italia.
“El uso de acciones para financiar el acuerdo es una clara indicación de que Telefónica se está manteniendo alerta para participar de cualquier venta de TIM”, dijo Piecyk.
Si Telefónica, América Móvil y Oi hicieran una oferta de 40.000 millones de reales (US$ 17.800 millones) por TIM -un premio de 32% de su valor actual de mercado- el tercio de Telefónica en la adquisición costaría 13.300 millones de reales, dijo Paul Marsch, analista en Berenberg Bank. La unidad brasileña de Telefónica podría pedir prestado unos 4.100 millones de reales para comenzar su apalancamiento en hasta 2,3 veces las ganancias, y luego vender las acciones para el resto, dijo Marsch.