Berkeley, California
Democratizar la educación científica en colegios y universidades. Eso es lo que está haciendo Lab4U, la startup chilena que se proclamó vencedera del desafío Intel Global Challenge 2014, el mayor encuentro de innovación tecnológica, celebrado en la Universidad de California Berkeley, en Estados Unidos.
Mediante el desarrollo de tecnología web y móvil, la firma permite utilizar smartphones y tablets como instrumentos científicos, entregando soluciones de bajo costo en un intento por suplir la falta de enseñanza científica aplicada en los centros educativos.
Y es que, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 88% de los colegios en Latinoamérica no cuenta con laboratorios científicos, dando como resultado un bajo índice de alfabetización científica entre los estudiantes.
"Lab4U está revolucionando la educación, brindando la oportunidad de que estudiantes, profesores y científicos tengan un laboratorio en su bolsillo", explica a Diario Financiero Komal Dadlani, co-fundadora y CEO de la startup, que junto al resto del equipo recibirá
US$ 50.000 para continuar desarrollando su proyecto.
"Vamos a continuar con lo que veníamos haciendo hasta ahora, que son los pilotos en los colegios, donde estamos testeando y probando nuestra tecnología, recibiendo feedback de los alumnos, de los profesores, de los directores de los centros".
"Con esos pilotos estamos consiguiendo las primeras métricas de cuánto Lab4U mejora la educación científica, es decir, estamos evaluando cuánto más aprende un estudiante que utiliza Lab4U versus uno que no lo utiliza, cuánto más se interesan por desarrollar las actividades en la clase", agrega Isidro Lagos, bioquímico y CSO de la compañía.
Trabajan con dos aplicaciones (y dos más vienen en camino): Lab4Physics que, mediante los sensores incorporados en los teléfonos inteligentes (acelerómetro, giroscopio, magnetómetro), ayuda a los estudiantes a aprender conceptos abstractos como aceleración, gravedad y magnetismos; y SpectroCell, que convierte la cámara en un sensor de luz, lo que hace que un smartphone o tablet se puedan usar como espectrofotómetro o colorímetro.
"Usando esta herramienta, los alumnos pueden aprender a distinguir componentes dentro de un todo y medir, por ejemplo, cuánto colorante tiene un bebida, la cantidad de musgo que hay en una laguna, la concentración de la cafeína en la Coca-Cola o de la urea en la orina".
Las apps de Lab4U están disponibles para Android y son gratuitas. Además, sus creadores planean cobrar un monto de suscripción a los colegios por utilizar la plataforma que incluirá un sistema de evaluación de alumnos.
Y les ha ido bien. En noviembre de 2013 desarrollaron su primer piloto en el Colegio Pablo Apóstol de la comuna de La Florida, en Santiago. Un año más tarde, seis colegios ya cuentan con sus servicios. Además, cuentan con una alianza estratégica con Samsung que provee a la compañía chilena con dispositivos móviles para los colegios.
"En Chile ya lo estamos implementando, y estamos generando un impacto que vemos en nuestros pilotos. Ahora nos falta el paso más difícil que es la ejecución internacional", afirma Dadlani."Hoy día, sin embargo, el mercado más grande en cuanto a educación tecnológica es EEUU. El Intel Global Challenge es clave para entrar a satisfacer el mercado de la mayor economía del mundo".
Mercado potencial
El mundo está gastando en educación más que nunca. De hecho, son varias las naciones que han elevado el porcentaje de su PIB que destinan a esta materia. Según estimaciones de McKinsey, para 2020, el gasto mundial se duplicará hasta
US$ 8 billones (millones de millones), de los cuales US$ 70.000 millones provendrán de la educación móvil.
"Lo nuestro no es tecnología porque sí sino que tiene una utilidad, un fin. Nuestro desafío ahora es satisfacer las necesidades del mercado en cuanto a educación científica".
26 equipos de más de 20 países
La Intel Foundation, en conjunto con el Lester Center for Entrepreneurship de la Universidad de California Berkeley, otorgó en total US$ 95.000, incluyendo el Gran Premio de US$ 50.000 y tres premios de US$ 15.000. El Intel Global Challenge congregó a 26 equipos de más de 20 países.
Este es el segundo año consecutivo que gana un equipo chileno. El año pasado se impuso Mobile Monitoring Station.