Belén López-Palop
Las consecuencias de la marcha de Bill Gross de Pimco no se han hecho esperar. La mayor gestora de renta fija del mundo ha visto como en apenas tres días se retiraban de sus fondos unos US$ 10.000 millones, según informó The Wall Street Journal, citando fuentes familiarizadas con la situación.
Para los analistas, sin embargo, la retirada de fondos no habría hecho más que empezar. Pese a que sus gestores, con el CEO Doug Hodge a la cabeza, han reafirmado su compromiso con Pimco y han mantenido intensos contactos con grandes inversionistas para señalarles que hay futuro más allá de Gross, algunas firmas de inversión estiman que la pérdida de activos podría alcanzar, e incluso superar, los US$ 100.000 millones.
16 meses de salidas
Bill Gross, fundador y alma mater de Pimco, sorprendió el viernes pasado al anunciar la incorporación a su rival Janus Capital. Meses antes, ya había abandonado la gestora otro de sus ejecutivos emblemáticos, Mohamed El-Erian, al que siempre se vio como sucesor natural de Gross, en medio de las disputas sobre el estilo de gestión.
Ahora está por verse qué consecuencias traerá a Pimco la salida de sus dos fundadores en un margen de tiempo de poco más de un año. Por el momento, encadena 16 meses consecutivos de salidas netas en su patrimonio, un lapso realmente turbulento para la firma con sede en Newport Beach, California.
La primera sacudida fue a raíz del denominado “taper tantrum” en mayo del año pasado. Luego del anuncio por parte de Ben Bernanke de que la Reserva Federal de EEUU se estaba planteando retirar el programa QE3 se produjo una avalancha de fuertes ventas en el universo de la renta fija, especialmente de treasuries. Fruto de esto, el buque insignia de Pimco, el Pimco Total Return, sufrió pérdidas superiores a los
US$ 54.000 millones entre mayo de 2013 y mayo de este año, cerrando 2013 como el peor año de su historia.
Actualmente, según datos de Morningstar al 29 de agosto de 2014, su patrimonio asciende a US$ 221.000 millones.
La última mala noticia salió a la luz la semana pasada, al trascender que la SEC -el órgano regulador del mercado de EEUU- había abierto una investigación ante la sospecha de que Pimco hubiera inflado los precios de las valoraciones.
¿Por qué se fue Gross?
La salida de Bill Gross de la compañía que él mismo fundó hace 43 años para limitarse a gestionar un fondo de nueva creación ha desatado los interrogantes respecto de los motivos de su partida.
Mientras que algunas publicaciones se apresuran a señalar la investigación abierta por la SEC, otras apuntan directamente a que Gross iba a ser despedido por mantener un comportamiento cada vez más errático.
Cuando el 26 de septiembre, Gross renunció ni los ejecutivos de Allianz, propietaria de la gestora, lo sabían.
Según confirmaron fuentes consultadas por Bloomberg, al conocerse la noticia, la aseguradora alemana llamó a su brazo de administración de activos de EEUU para confirmar el movimiento del gestor de bonos más influyente.
Pero Pimco tampoco lo sabía. Gross había abandonado el gigante de los bonos sin decírselo a sus ejecutivos, un último acto de desafío por parte de un gran inversor cuyo desprecio por las preocupaciones de gestión lo había llevado a estar en el punto de mira.
Con las acciones de Allianz cayendo a su menor nivel en casi tres años y los comerciantes de Pimco trabajando por contener las consecuencias de su partida -la noticia provocó una ola de ventas en los mercados de bonos del Tesoro, los índices de derivados de crédito y el peso mexicano-, el multimillonario se subió a un avión rumbo a Denver, donde Janus tiene su sede.
Renuncia de Gross amenaza mercado de bonos de México
Los bonos mexicanos están registrando su primer trimestre de pérdidas en más de un año ante la creciente preocupación de que la Reserva Federal de Estados Unidos aumente las tasas de interés erosionando así la demanda de activos de mercados emergentes. Los bonos denominados en pesos mexicanos perdieron un 0,05% desde finales de junio hasta el 26 de septiembre, el peor ritmo en términos trimestrales desde el tercer cuarto de 2013. Pero en el mercado temen que la tendencia pueda profundizarse ahora por el cambio en la administración de Pimco, el mayor inversionista en bonos del Tesoro mexicano con vencimiento a 2031. Los rendimientos de los títulos aztecas saltaron tras el anuncio de la partida de Gross, el 26 de septiembre. En febrero del año pasado, el inversionista calificó al peso mexicano como a una "gran divisa". Pimco es también el tercer tenedor del mundo de bonos del Tesoro mexicano a 2023. Total Return Exchange Traded Fund, de Pimco, aumentó sus posiciones en deuda mexicana a 0,93% de la cartera desde 0,49%, a fines de julio.