Tyson Foods dejará de utilizar antibióticos de importancia médica para el ser humano en la crianza de sus pollos. La compañía con sede en Arkansas anunció esta semana que a septiembre de 2017 eliminará el uso total de medicamentos en sus criaderos.
El anuncio del mayor vendedor de pollos de Estados Unidos llega en medio de las crecientes preocupaciones por las súper bacterias resistentes a los antibióticos en las personas, un problema parcialmente atribuido al uso generalizado de medicamentos en los animales de granja.
Las grandes firmas de alimentos en Estados Unidos están comenzando a adaptar sus productos, a medida que la creciente preocupación de los consumidores por la salud ha empezado a golpear sus ingresos.
En septiembre del año pasado, el competidor de Tyson, Perdue Foods, anunció que el 95% de sus pollos fue criado sin antibióticos. En marzo, McDonald's –cliente de Tyson-, se convirtió en la última cadena de comida rápida en anunciar que serviría pollo criado sin fármacos, en un intento por ponerse a la altura de rivales como Chick-fil-A y acabar así con años de caídas en sus resultados.
La venta de pollos libres de antibióticos aumentó 25%, en dólares, en las 52 semanas que finalizaron el 25 de enero, de acuerdo a IRI.
"Todos se están comprometiendo", dijo a Bloomberg Avinash Kar, abogado senior en el Consejo de Defensa de Recursos Naturales.
No a los transgénicos
Por su parte, Chipotle Mexican Grill anunció esta semana que ha eliminado los organismos genéticamente modificados de todos sus ingredientes, una acción sin precedentes que dará a la cadena de restaurantes una ventaja sobre sus rivales. La compañía, que comenzó a etiquetar sus ingredientes modificados genéticamente hace dos años, anunció el lunes que dará el paso definitivo.
Si bien la Administración Nacional de Alimentos y Fármacos de EEUU ha defendido que el consumo de transgénicos es seguro, ésta ha sido blanco de los continuos ataques de los activistas.
"Hay un gran debate en torno a los alimentos modificados genéticamente", señaló Steve Ells, co CEO de Chipotle. "Aunque muchos países ya han restringido o prohibido su uso, se necesita mucha investigación antes de que podamos realmente entender todas las implicancias del cultivo y el consumo de los transgénicos. Mientras el debate continúa, decidimos mudarnos a los ingredientes no modificados genéticamente".
Crece la preocupación
La creciente preocupación de los consumidores por su salud no sólo está jugando en contra de las empresas alimentarias. Grandes firmas de bebestibles del país, como Coca-Cola, han visto sus ventas caer en picada cuando un profundo escepticismo respecto del uso de la tecnología en la industria de bebidas y alimentos se ha arraigado entre los compradores.
Otros ingredientes como los edulcorantes artificiales han recibido críticas. El volumen de ventas de gaseosas en EEUU cayó por décimo año consecutivo en 2014, según Euromonitor, y hasta las ventas de bebidas dietéticas están a la baja cuando "cada vez más personas relacionan la gaseosa con la obesidad, las enfermedades cardíacas, la diabetes...", dijo a FT Michael Jacobson, director del Centro de Ciencias de Interés Público.
Ante este panorama, PepsiCo comenzará a vender sus bebidas Pepsi Diet sin aspartame a finales de este año, el mayor cambio en el refresco en tres décadas. La compañía reemplazará el edulcorante con una mezcla de sucralosa y acesulfame de potasio.
La medida sigue a un descenso de 5,2% en el volumen de ventas de Diet Pepsi el año pasado, según Beverage-Digest. Las ventas de Coca-Cola Light cayeron 6,6%. Los consumidores han estado alejándose de las dos marcas temerosos de que el edulcorante creado en un laboratorio pueda causar cáncer. "Estamos escuchando a los consumidores. Esto es lo que quieren", aseguró Seth Kaufman, vicepresidente de PepsiCo.