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Gasoducto que unirá Camisea con el sur del país dará fuerte impulso a economía peruana

Obras con un costo de US$ 7.330 millones superan a la ampliación del Canal de Panamá, valorada en US$ 4.100 millones.

Por: Renato García Jiménez | Publicado: Miércoles 2 de julio de 2014 a las 05:00 hrs.
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La construcción de un gasoducto de cerca de 1.000 kilómetros, que atravesará Perú desde los ricos yacimientos de gas natural de Camisea, en la región andina del norte del país, pasando por las zonas selváticas hasta las regiones más pobres en el sur, se convertirá en una de las mayores obras de infraestructura en la historia de Perú.

Tras una larga espera y dos aplazamientos, la licitación para la construcción y operación del proyecto fue adjudicada esta semana a un consorcio conformado por la brasileña Odebretch y la española Enagás.

El proyecto, que incluye la construcción y la operación del gasoducto durante un plazo de 34 años, fue adjudicado a un valor de US$ 7.328 millones, por debajo del tope establecido por el gobierno de 
US$ 7.800 millones, y requerirá una inversión de US$ 3.600 millones.

La iniciativa representa la mayor obra de infraestructura emprendida por Perú durante la actual administración de Ollanta Humala, pero es también una de las más importantes en la historia del país.

Para Enagás, por lo pronto, significa un desafío sin precedentes, ya que supera a las obras de ampliación del Canal de Panamá, que se adjudicó su compatriota Sacyr y que están valorada en más de US$ 4.100 millones , incluyendo el sobrecostos.

Durante su construcción, la compañía estima que dará empleo a 7 mil trabajadores, pero además significará un fuerte impulso para la actividad económica en una de las regiones más pobres del país.

Lanzada como parte de la plataforma de campaña del presidente Ollanta Humala, el menor costo de la energía podría incentivar a que más fábricas se instalen en la región, pero también se ha planteado la creación de un polo petroquímico, además del suministro para centrales energéticas.

“Las compañías eléctricas, las compañías de transporte y todos los peruanos tendrán acceso a energía substancialmente más barata”, comentó el ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga. “Los recursos de Camisea han sido la base del desarrollo económico de este país en los últimos diez años”.

El costo de la electricidad en Perú ya es uno de los más bajos de la región actualmente, aunque la demanda de los proyectos mineros está generando presión al alza. El costo de la electricidad para el sector industrial de Perú es de US$ 0,08/kWh y el precio medio de la electricidad es de US$ 0,07/kWh.

Unidades de GDF Suez e Israel Corp. ganaron contratos en diciembre para construir dos centrales eléctricas de 500 megawatts en la costa sur del país que se abastecerán con el gasoducto.

Y la petroquímica brasileña Braskem está evaluando construir una planta de polietileno usando el mismo insumo, adelantó Mayorga.

Sin embargo, medios locales han señalado que la capacidad del ducto, de 500 millones de pies cúbicos diarios, excede las necesidades de demanda para las que fue concebido, lo que está impulsando el debate sobre exportar una parte del flujo a Chile, donde el costo de la energía es más alto que en el país vecino. El costo de la electricidad para el sector industrial en Chile prácticamente duplica al de Perú, con US$ 0,15/kWh.

Un pie a cada lado


Esta posibilidad podría haber cobrado nueva fuerza luego de que el proyecto fuera adjudicado esta semana, ya que Enagás, uno de los miembros del consorcio ganador, tiene una fuerte presencia en nuestro país, lo que podría facilitar el desarrollo de sinergias.

Enagás concretó a mediados del año pasado la compra del 20% restante que tenía la británica BG en el terminal de regasificación de Quintero, V Región, convirtiéndose así en el accionista mayoritario.

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