Enel, la mayor empresa italiana del sector energético, planea expandir su negocio hacia la infraestructura de redes para Internet de alta velocidad, un movimiento que podría impulsar la competencia para Telecom Italia.
El proyecto, apoyado por el primer ministro italiano Matteo Renzi, implicaría el uso de la infraestructura de Enel, como torres de transmisión y cabinas eléctricas para albergar nuevos cables de fibra óptica, señalaron fuentes cercanas a Bloomberg. Además, la idea de Enel es compartir la red con las compañías de telefonía.
El acceso a la red de Enel podría facilitar a los rivales de Telecom Italia su posicionamiento en el segmento de la conexión de banda ancha. El antiguo monopolio telefónico compite ahora con el grupo Vodafone y la filial de VimpelCom, Wind Telecomunicazioni.
Enel cuenta con alrededor de 45 mil cabinas eléctricas, casi el triple de las de Telecom Italia, según las fuentes.
El mes pasado, el gobierno de Renzi aprobó un plan para que las compañías telefónicas impulsen las redes de alta velocidad que compromete 6 mil millones de euros
(US$ 6.300 millones) de fondos públicos. Menos del 1% de los italianos que tienen contratado Internet recibe una velocidad de conexión de al menos 30 megabits por segundo, según la autoridad italiana que garantiza las comunicaciones (Agcom), comparado con el 21% del promedio europeo.
Bendición de Renzi
Enel podría enviar hoy una propuesta a la Agcom para presentar su plan a consulta pública. Según las mismas fuentes, el director ejecutivo de la italiana, Francesco Starace, discutió el proyecto con Renzi durante la última semana, logrando su apoyo. No se ha alcanzado acuerdo financiero y el plan todavía podría caerse.
Los portavoces de Enel con sede en Roma declinaron hacer declaraciones. Para la italiana, el plan supone añadir una fuente de ingresos en un momento en que trata de enfrentar la desaceleración de la demanda de electricidad. Telecom Italia, con sede en Milán, está reforzando sus redes de fibra óptica como parte del plan de inversión hasta 2017 que contempla 14.500 millones de euros.
Ya ha pasado antes que una empresa de servicios se mueva hacia la infraestructura de comunicaciones, en algunos casos dejando un impacto duradero en el mercado. En los años '90, los gigantes energéticos alemanes Viag AG y Veba AG se unieron a la lucha para construir redes de telecomunicaciones a medida que se extendió el acceso a la tecnología inalámbrica. Los activos forman parte hoy de la unidad alemana de Telefónica.