Las dos semanas de tormenta en la cúpula de Volskwagen se saldaron con la renuncia del histórico presidente y nieto del fundador de la automotriz, Ferdinand Piech. Su salida pone fin a un mandato que comenzó en 1993 cuando se convirtió en director ejecutivo de la firma para después asumir el cargo de presidente en 2002.
Piech, acostumbrado a imponer su voluntad, encontró esta vez un escenario diferente y la lucha de poder que él mismo inició hace unos días para expulsar al director ejecutivo de la automotriz, Martin Winterkorn, le ha mostrado la pérdida de apoyo tanto de los líderes sindicales, el gobierno de la Baja Sajonia, poseedor de un 20% del grupo, y hasta de su familia, los controladores del grupo Porsche.
La repentina salida de Piech, que será sustituido de forma interina por Berthold Huber, es sin duda el fin de una era para la automotriz alemana, pero para los expertos es también una oportunidad para transformar el modelo de gestión de la firma y adoptar decisiones encaminadas a impulsar sus ventas en Estados Unidos, un mercado al que hasta el momento no han sabido adaptar su oferta al gusto de los consumidores y donde han sido la única automotriz de gran escala que no impulsó sus ventas el año pasado.
Esta ventana de oportunidad se dejó sentir ayer en la bolsa de Frankfurt con un impulso de 5,3% a los títulos de Volskwagen, hasta los 245 euros, lo que elevó el valor de la compañía a 114 mil millones de euros (US$ 124 mil millones).
Pérdida de confianza
Desde que declarara en medios alemanes que había perdido la confianza en Winterkorn hace unas semanas, Piech había presionado a los demás miembros del Consejo de Vigilancia de VW a apoyar su postura, pero la reunión de emergencia de este sábado sirvió para zanjar el asunto: el espaldarazo total a la gestión de Winterkorn y la pérdida de confianza en Piech provocaron su salida y la de su esposa, también miembro del directorio, Úrsula Piech.
Con Piech fuera, las posibilidades de que Winterkorn lo suceda aumentan, aunque el duelo habría debilitado su figura, según fuentes cercanas.
Además, el camino queda despejado para que el presidente ejecutivo de Porsche y miembro del consejo de administración de VW, Matthias Mueller, asuma como director ejecutivo.
Giro estratégico
Los esfuerzos de la automotriz para empoderar a los gerentes regionales podrían intensificarse ahora y esto podría ayudar especialmente en EEUU, donde VW ha sido la única automotriz de gran escala que ha fallado en impulsar las ventas durante el último año a causa de la falta de vehículos adaptados a los gustos estadounidenses.
"Por dolorosa que sea su renuncia para él, la salida de Piech abre la puerta a más cambios", indicó Arndt Ellinghorst, analista de Wvercore ISI. "Creemos que Piech se dio cuenta de que VW necesita un cambio".