La investigación de corrupción sin precedentes en la petrolera estatal Petrobras está enturbiando el mercado de US$ 197 mil millones de los bonos corporativos de Brasil.
Los títulos de deuda vendidos por empresas locales han perdido un promedio de 1,3% este año, el peor inicio en catorce años y cuatro veces la caída en los mercados emergentes, según JPMorgan & Chase.
Las ramificaciones del escándalo comenzaron a extenderse luego de que OAS, una de las constructoras que presuntamente habría pagado sobornos a la petrolera a cambio de contratos, incumpliera un pago de bonos el 2 de enero, avivando así una ola de ventas en toda la industria.
Los bonos de Petrobras por US$ 2.500 millones con vencimiento en 2020 han caído 2,3% este año después de que el fondo Aurelius Capital Management instara a los acreedores a pedir el default de la firma luego de que ésta no reportara los resultados trimestrales. En tanto, los US$ 875 millones en pagarés con vencimiento a 2019 de OAS han perdido 56% este año, el mayor retroceso entre los mercados emergentes, después de que la compañía incumpliera el pago de enero y dijera que está tratando de reestructurar la deuda.
"Debido a las dificultades de acceso a los mercados de crédito, OAS está en conversaciones con algunos de sus principales acreedores para una reestructuración financiera organizada", afirmó la compañía.
Caja de Pandora
El 7 de enero, Standard & Poor's rebajó la calificación de OAS dos niveles a D citando el pago perdido y la investigación en curso que ha frenado la capacidad de la constructora para pedir prestado.
La compañía, con sede en Sao Paulo, cuyas oficinas fueron registradas por la policía el año pasado como parte de la investigación sobre un presunto cartel de constructoras que pagaron sobornos a cambio de contratos con el gobierno, dijo el mes pasado que lleva a cabo actividades con integridad, guiada por una conducta ética y el respeto a la ley.
El pago perdido de OAS ha causado que los bonos de empresas controladas por la constructora Odebrecht y el proveedor de servicios petroleros Queiroz Galvao Oleo e Gas caigan más de 5% este año, según datos compilados por Bloomberg.
"Los efectos del escándalo de Petrobras son claros y se ha abierto la caja de Pandora de los problemas de reputación y de financiación de muchas empresas brasileñas", subrayó Nicholas Spiro, director gerente de estrategia de Spiro Sovereign Strategy. "Lo que es particularmente dañino es que hay una inevitable sensación de que lo que hemos visto hasta ahora es sólo un anticipo de lo que vendrá".
Las constructoras más grandes del país están enfrentando un mayor escrutinio y estándares de préstamos más estrictos cuando se trata de acceder a los mercados de crédito en medio de las acusaciones, de acuerdo con Ricardo Carvalho, director senior de Fitch Ratings.
Una unidad del Grupo Engevix ha sido demandada en un tribunal del estado de Sao Paulo por un proveedor por facturas pendientes de pago. UTC Engenharia estaría vendiendo una participación en un aeropuerto, ya que no puede tocar las líneas de crédito, según informó el diario Estado de S. Paulo la semana pasada. Y Mendes Junior Engenharia habría retrasado el pago a 500 trabajadores, confirmó el sindicato de los empleados.
La agencia calificadora Fitch advirtió el viernes que más constructoras locales podrían seguir por el mismo camino. "Se espera que más constructoras brasileñas caigan en default en los próximos meses y es probable que ocurran numerosas rebajas de calificación", señaló la firma en un reporte encabezado por Alexandre Garcia.
Impacto en la banca
Y los problemas en el sector representan además un riesgo para todo el sistema financiero de Brasil. "Ya se han visto problemas con las constructoras que tienen contratos con Petrobras. Esto también podría significar problemas para los bancos que prestan dinero a estos constructoras", dijo a Bloomberg Rogerio Freitas, socio Teorica Investimentos.
Según Fitch, además, el riesgo dentro de la cartera de préstamos a petroleras y empresas de construcción de muchos bancos ha aumentado debido a la crisis. "Los escándalos han elevado los desafíos para el sector de la banca de Brasil y podría derivar en mayor morosidad de los préstamos, provisiones por pérdidas crediticas o reestructuraciones de préstamos en 2015, especialmente en los grandes bancos públicos".