La temporada de entrega de resultados de las empresas que cotizan en el índice bursátil Standard & Poor’s 500 se acerca a su fin y no ha sido auspiciosa. Hasta ayer, con un total de 455 compañías reportando sus balances, lo que equivale a un 91% del universo total, las ganancias de las empresas listadas en EEUU bajaban 7,6%, según datos de Bloomberg. Esta es la peor caída trimestral desde 2009 cuando comenzó el mercado alcista.
El sector de consumo discrecional lideró los resultados de los primeros tres meses del año, con un avance de 20,8% en sus ganancias ponderadas por acción, seguido por la industria de servicios de telecomunicaciones, con 15,1%. El peor resultado lo registró el segmento de materiales con una caída de 14,1%. Las firmas financieras, en tanto, mostraron un descenso de 12,5%. Los analistas estiman que la recesión de ganancias (tres trimestres de caídas frente al año anterior) se prolongará hasta junio, antes de que las utilidades empiecen a crecer nuevamente en los tres meses a septiembre.
El problema es que esa recuperación se ha retrasado cada trimestre desde mediados del año pasado. Desde junio, los analistas han reducido los pronósticos de ganancias en un promedio de 5,3 puntos porcentuales entre el principio y el fin de cada trimestre.
De las empresas que han reportado, 72,1% superó las expectativas frente a 20,9% que decepcionó, aunque esto se debe a que las estimaciones eran muy bajas por los temores del contexto macroeconómico global.
Pronósticos optimistas
Hacia el resto del año, la luz de esperanza es más clara. La proporción de empresas que ha elevado sus pronósticos para los próximos años está en su nivel más alto desde 2011, según datos de Thomson Reuters.
Los sectores de tecnología y salud lideran los pronósticos más optimistas. Empresas como Pfizer, que la semana pasada elevó su proyección para todo el año, están citando beneficios por la depreciación del dólar.
Hay casos decepcionantes, como Apple, cuyo pronóstico de ventas menor al esperado fue preocupante por su impacto potencial en el mercado, al ser el mayor componente del S&P 500. Pero en general, la visión de los analistas es que la caída de ganancias tocó fondo en el primer trimestre.
