Las conversaciones para crear la mayor empresa de fertilizantes de nitrógeno son el último ejemplo de cómo el auge de gas natural que resulta del fracking no sólo está transformando el mundo de la energía de Estados Unidos, sino también otros sectores.
La noruega Yara International y la firma con sede en Deerfield, Illinois, CF Industries, ambas productoras de fertilizantes, confirmaron el lunes estar en discusiones preliminares para una posible fusión.
“Además de las inversiones petroquímicas obvias que tienen lugar en América del Norte para aprovechar el bajo costo del gas, el rápido desarrollo de los recursos energéticos no convencionales está alentando otros mercados industriales”, afirmó Paul Bjacek, analista de Accenture.
El gas barato ha impulsado más de US$ 124 mil millones en nuevas fábricas de productos químicos, según el Consejo de Química de Estados Unidos (ACC, su sigla en inglés). En tanto, hay US$ 12.700 millones de plantas de fertilizantes que están previstos que entren en producción hasta el año 2020, precisó Mark Gulley, analista de BGC Financial en Nueva York, en un informe la semana pasada.
El gas se utiliza para capturar el nitrógeno del aire en el proceso Haber, llamado así por el químico alemán Fritz Haber quien desarrolló la técnica en el siglo XX. La ventaja de hacerlo en Estados Unidos es obvia: el margen de beneficio operativo de CF fue 43% el año pasado, mientras que el de Yara fue 9,2%, según datos compilados por Bloomberg.
Ambiciones globales
“El acuerdo daría acceso a Yara al mejor mercado de fertilizantes de nitrógeno del mundo”, dijo Gulley en una nota. América del Norte representa alrededor del 16% de los ingresos de Yara, por lo que la compañía estaría tratando de impulsar ese mercado con un joint venture con BASF, en Texas. “El deseo de Yara de asegurarse gas más barato estaba claro cuando intentó sin éxito comprar Terra Industries”, dijo Colin Isaac, analista de Atlantic Equities. “Para cumplir con su ambición de ser global, necesita tener un negocio significativo en EEUU”.
En tanto, la motivación de CF a la hora de hablar con los noruegos podría responder a un deseo de expandirse más allá de Estados Unidos en previsión del aumento de los suministros nacionales de fertilizantes, agregó Paul A. Massoud, analista de Stifel Nicolaus & Co.
No afectará a Chile
Según informaron, las compañías estarían discutiendo una “fusión entre iguales” y no hay garantías de que estas conversaciones resulten en alguna transacción. Sin embargo, de concretarse el acuerdo, la firma contaría con unos
US$ 19 mil millones en ventas, más que cualquier otra empresa de fertilizantes.
Asimismo, la empresa fusionada alcanzaría una capitalización de mercado de
US$ 27.560 millones, comparado con los casi USS 7.000 de la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM).
De acuerdo a los expertos, sin embargo, una posible combinación entre Yara y CF tendría un impacto mínimo sobre la chilena “dado que las compañías que se fusionan son productores principalmente de Nitrógeno, segmento dentro de los fertilizantes en el cual no se encuentra SQM”, explicó a DF Juan Moraga, analista de Banco Penta.
Adicionalmente, SQM y Yara mantienen un acuerdo a través del cual comparten sus redes de distribución internacionales para la venta de fertilizantes, “lo que no esperamos cambie tras una eventual fusión con CF Industries”, precisó por su parte Leonor Skewes, subgerente de Estudios de Bice Inversiones.