Los paladares más exigentes no tendrán problemas en pagar los cerca de US$ 10 que cuesta el litro de la nueva tendencia en productos gourmet: el agua de coco.
La bebida se ha convertido en el producto “premium” estrella gracias a marcas como Jax Coco, el proyecto personal de la ex operadora de fondos de cobertura, Jane Gottschalk.
Cuando Gottschalk volvió a su trabajo en Hong Kong, después de tener a sus cinco hijos, se dio cuenta de que el mundo de las finanzas ya no era para ella.
Jing Holdings, la compañía que fundó junto a su marido y dos empresarios hongkoneses, atrajo al cantante Elton John como accionista y en la actualidad vende su marca en 30 mercados de todo el mundo.
Después de debutar en junio de 2012 en los grandes almacenes Harvey Nichols de Londres y en los supermercados City de Hong Kong, Jax Coco se puede encontrar en Whole Foods Market en Estados Unidos, en los salones de primera clase de los trenes Eurostar, en el restaurante Nobu de Londres o en los hoteles Upper House, Peninsula y Four Seasons en Hong Kong.
“Es un jugador súper premium de los mercados súper premium”, señaló a Bloomberg Julian Mellentin, director de la firma de investigación New Nutrition Business.
Además, las tiendas de Starbucks Hong Kong pronto añadirán esta marca a sus bebidas, señaló Gottschalk. También las salas de espera de Cathay Pacific Airways y algunos de sus vuelos selectos dispondrán de esta bebida, dijo a Bloomberg Toby Smith, gerente general de Productos de la aerolínea internacional más grande de Asia.
Los ingresos de Jing Holdings podrían llegar a los
US$ 20 millones este año cuando el plan de expansión de la empresa incluya bebidas para niños y aceite de coco, leche, azúcar y papas fritas.
Crece el mercado
Las ventas de agua de coco crecieron más de 23% el año pasado en Estados Unidos y Europa, superando los
US$ 800 millones, indicó New Nutrition Business.
Además, éste se convertirá en un negocio de US$ 2 mil millones en Estados Unidos y Europa en los próximos cinco años, indicó Mellentin.
La bebida naturalmente dulce, con vitaminas y minerales como el potasio y el magnesio, ha atraído a un público deportista que busca una alternativa más natural a “esas bebidas deportivas verdes o azules brillantes”, dijo.
Los nuevos productos procedentes del agua de coco se han quintuplicado desde 2008, siendo las mujeres de entre 25 y 45 años las principales consumidoras.
Campo de batalla
El mercado de agua de coco ha llamado la atención de los gigantes de la industria de las bebidas.
PepsiCo adquirió O.N.E Coconut Water, firma que ha crecido más de 1.100% desde 2006.
Coca Cola compró Zico Beverages en Hermosa Beach, California. La segunda cadena más grande del país ha pasado de ser un negocio de
US$ 100.000 en 2007 a uno de US$ 87 millones en 2013.
Mientras, la ícono del pop Madonna invirtió en 2010 en Vita Coco, el fabricante de agua de coco más grande del mundo. El año pasado, Vita Coco vendió casi
US$ 270 millones, 300 veces más que en 2004, el primer año en que se comercializó la bebida.
La marca, que sigue siendo de propiedad independiente, controlaba alrededor del 60% de la industria del agua de coco en Estados Unidos en 2012.
En conjunto, las tres firmas controlan la mayor parte del mercado de agua de coco en la primera economía mundial, pero de acuerdo a John Craven, CEO de BevNet, habría otras 250 marcas.
Y es que el idilio de los estadounidenses con el agua de coco tiene mucho que ver con el creciente apetito del país por cualquier cosa percibida como sana y natural. También se ha posicionado como una bebida baja en calorías.
“A los productores de agua de coco les gusta afirmar que ésta repone tu cuerpo”, dijo Virginia Lee, analista de investigación senior de Euromonitor, a Quartz.
El agua de coco se ha beneficiado también de la capacidad de la industria para disfrazar el sabor de la bebida. “El sabor del coco es un gusto adquirido”, explicó Lee. “La industria ha tenido un gran éxito con la incorporación de sabores como el mango y el chocolate para que sea más atractivo para un público más general”.