Seis años duró la sociedad entre el grupo de capitales nacionales Sigdo Koppers y el de origen peruano ligado a la familia Brescia, para desarrollar el negocio de explosivos en la región.
Esto partió en 2009, con el plan para construir una planta de amoniaco y nitrato de amonio en Perú, lo que luego derivó en una alianza para abordar juntos el crecimiento regional de la industria minera.
Sin embargo, el lunes pasado las filiales a través de las cuales desarrollan esta actividad: Enaex, de la chilena, y EXSA, de la peruana, anunciaron que la primera presentó una oferta por
US$ 70 millones para quedarse con la participación de la segunda en IBQ Britanite en Brasil, donde mantenían un acuerdo operativo.
Cercanos a SK explicaron que la relación entre ambas firmas es buena y de hecho no se descarta que en adelante puedan surgir nuevas oportunidades de negocios conjuntos, pero que actualmente cada una está con su propio foco y estrategia de crecimiento.
De todos modos, la relación comercial seguirá, dado que Enaex es proveedor de EXSA.
Apuesta peruana
El CEO regional de EXSA, Karl Maslo, comentó que "la experiencia de la sociedad formada en Brasil ha sido buena, pero debido a que nuestra estrategia de expansión tiene un importante componente de innovación, como lo demuestra la tecnología Quantex y otras iniciativas por venir, difícilmente se puede desarrollar este aspecto en un negocio, donde uno de tus competidores es tu socio, como es el caso de Brasil".
Además, agregó que tienen "un agresivo plan de expansión regional, a través del ingreso a nuevos mercados en forma individual o en alianza con otros actores, inclusive de la mano de clientes mineros de talla internacional".
El ejecutivo destacó que esto incluye consolidar presencia en Chile, donde tienen previsto construir nuevas instalaciones, Colombia, Panamá y Perú, aunque en el mediano plazo se podría retornar a Brasil.