Más allá del cobre y litio: Sernageomin identifica otros 13 “minerales estratégicos”

No sólo cobre y litio son los llamados “minerales estratégicos” -o críticos- que pueden encontrarse en suelo chileno y que son clave para la transición energética y los desafíos globales, sino que existen otros 13 que no tienen sustitutos en las líneas productivas y que destacan por su relevancia mundial.

Se trata del molibdeno, renio, potasio, boro, zinc, nitratos, yodo, cobalto, tierras raras, titanio, manganeso, níquel y cromo.

El listado de los 15 -contando cobre y litio-, es el resultado de un estudio encargado por el Ministerio de Minería a Sernageomin, presentado en el seminario “Minerales Estratégicos: el nuevo impulso de la minería en Chile”.

La ministra de la cartera, Aurora Williams, afirmó que dicho informe, sumado a otro encargado a Cochilco, son parte del trabajo que se realiza para elaborar una estrategia nacional en torno a dichos minerales. “La creciente demanda de minerales críticos impone grandes desafíos a la industria chilena”, comentó Williams.

Sernageomin clasificó a los minerales en cinco grupos según su importancia estratégica y determinó el potencial geológico de ellos.

Cobre, molibdeno, renio, litio presentaron un potencial “muy favorable”, destacando su valor para la transición energética y su competitividad mundial en producción y reservas. Potasio y boro, con alto potencial, son clave en la seguridad alimentaria y tienen un bajo riesgo de agotamiento.

Zinc, los nitratos y el yodo tienen baja producción, pero los tres poseen potencial de exploración. Cobalto, tierras raras y titanio no tienen producción actual, pero existe exploración activa y proyectos en desarrollo.

“Chile cuenta con perspectivas de ‘muy buenas’ a ‘excelentes’ para la existencia de varios de estos minerales, posicionándose como un potencial proveedor clave en la línea de suministro global”, indicó el informe.

“Este papel será fundamental para satisfacer el incremento de la demanda de minerales críticos en el contexto de la transición energética, la seguridad alimentaria y otros desafíos, en los horizontes de corto, mediano y largo plazo”.