Glencore tras acuerdo con Ceibo: "La gran ventaja es que podríamos encontrar cobre donde hoy día no lo podemos sacar"
El gerente general de Lomas Bayas y el CEO de la startup chilena se refirieron al acuerdo que suscribieron para escalar la tecnología de lixiviación de sulfuros de la firma tecnológica, que permitiría a la mina llevar al máximo su producción y extender su vida útil hasta 2038.
Por: Patricia Marchetti | Publicado: Miércoles 27 de noviembre de 2024 a las 14:20 hrs.
T+
T-
Compartir
La gigante minera Glencore Plc se encuentra en la búsqueda de "la bala de plata" -o de cobre, en este caso- que le permita extraer más metal rojo desde su yacimiento Lomas Bayas en Chile, que posee la menor ley de mineral del país y de la empresa a nivel mundial (0,25%). Y están optimistas.
"La gran ventaja con Ceibo es que podríamos encontrar cobre donde hoy día no lo podemos sacar", explicó a DF el gerente general de Lomas Bayas, Pablo Carvallo, quien contó que "llegó un instante en el que no podíamos competir por ley y tampoco por producción, por lo que empezamos a buscar mecanismos para darle más vida a la compañía".
La vida útil de Lomas Bayas termina en 2029, pero la firma buscará extenderla hasta 2038. Para ello, la apuesta principal es incorporar la tecnología de Ceibo para producir más en menos tiempo.
La startup utiliza la infraestructura existente de lixiviación que se construyó para el procesamiento de óxidos -los más cercanos a la superficie- para procesar sulfuros -los más profundos- que la industria actualmente procesa en concentradoras.
Cristóbal Undurraga, CEO y cofundador de Ceibo, comentó para esta nota que un sulfuro primario sometido a un proceso de lixiviación de ácido recupera en operación entre un 20% y 30% de cobre. "Nosotros hemos logrado demostrar en pruebas certificadas en laboratorios industriales que esa recuperación la podemos llevar hasta el 80%".
"Aquí lo más importante, más incluso que la tasa de recuperación, es lograr un proceso que sea económicamente viable para que las compañías mineras puedan aumentar su producción manteniendo los costos a raya", enfatizó, refiriéndose también al momento de la industria, que enfrentará cada vez con más fuerza el desafío de cerrar la brecha entre la mayor demanda esperada de cobre y el problema de la oferta, que ha caído, en parte, por la baja en la ley del mineral.
La proyección de cumplimiento de Lomas Bayas para 2024 es de 74 mil toneladas de cátodos de cobre fino. Con la lixiviación de la firma tecnológica y utilizando las instalaciones actuales, el yacimiento podría llegar a su máximo nivel de producción, con 90 mil toneladas de cátodos al año con una muy baja inversión (si se compara con la alternativa de construir una planta concentradora).
En ese sentido, Carvallo indicó que una nueva concentradora "es un proyecto muy intensivo en capital, en agua, en pasivos ambientales y en términos de rendimiento, que son bastante marginales y nosotros ya tenemos baja ley". La lixiviación, además de implicar un menor costo, no genera pasivos ambientales, no requiere tranques de relave y consume 1/4 del agua de una concentradora. Por eso, "nuestra mirada es buscar una forma de viabilizar la operación de Lomas Bayas como una operación sostenible y una operación que genere cobre completamente verde".
"Yo creo que en este momento están todos buscando aquella bala de plata, no sólo nosotros, pero estamos avanzando, y con Ceibo hay una línea de trabajo que esperamos que culmine con resultados provechosos", agregó. "Esta es la búsqueda en la que está toda la industria minera, el cómo iniciar sulfuros hoy día".
Los próximos pasos del acuerdo
Lomas Bayas posee una estricta metodología de gestión de proyectos tecnológicos. Los candidatos que respondieron al llamado de Glencore, como Ceibo, fueron pasando por distintas etapas. Hoy, la startup se encuentra en la de escalamiento, previa a la fase comercial.
"Lo que nos queda ahora es comprender bien cómo hacer operar la tecnología en la mina y alimentar el desarrollo de un estudio económico que nos permita decir que esto hace sentido para todos", dijo el CEO de Ceibo, quien confirmó que los reportes de resultados se esperan para el primer trimestre de 2025.
Desde Lomas Bayas esperan que a fines del tercer trimestre del próximo año debiera haber claridad respecto de la decisión final. De todas formas, si los resultados cumplen con las expectativas, después vendría un proceso en que se debe rediseñar el plan de largo plazo de la mina considerando la nueva tecnología y sus efectos.
"Lo más probable es que en el Life of Asset (LOA) del 2026 podríamos tener una viabilidad que presentar como inversión para poder escalar a nivel industrial", comentó el gerente general de Lomas Bayas e hizo hincapié en que en estos procesos se requiere mucho análisis e incluso podría necesitarse la construcción de una pila del mismo tamaño que las actuales para validar la tecnología.
Respecto a la posibilidad de llevar la tecnología de Ceibo a otros yacimientos de Glencore, sostuvo que es algo que siempre se ha planteado al interior de la empresa, "porque esto abre un espacio para una nueva línea de negocio en la explotación de yacimientos de baja ley, que hoy hay muchos que han sido abandonados".
Mientras tanto, Ceibo acaba de inaugurar este año su laboratorio en el barrio industrial de La Reina y construye su primera planta demostrativa que inaugurará a inicios de 2025. Asimismo, se encuentra en distintos niveles de conversación con más de 20 compañías cupríferas del mundo, donde el 50% opera en Chile.
"Nuestra meta es súper ambiciosa", contó Undurraga. Anhelan acelerar 1 millón de toneladas de cobre durante los próximos 10 años en distintos proyectos. "Nos asiste la convicción profunda de que lo nuestro funciona y de que le hace bien a las compañías mineras", dijo.
Respecto a Lomas Bayas, agregó: "uno va en fases, pero en el tiempo esperamos que el 100% del proceso opere con nuestra tecnología". El yacimiento cuenta con 1.100 millones de toneladas en recursos que aún no se han convertido en reservas.
En junio de 2023 Ceibo hizo un levantamiento de capital por US$30 millones (Serie B). La inyección de capital fue liderada por el fondo norteamericano “Energy Impact Partners”, uno de los venture capital (VC) más importantes del mundo. A esta ronda también concurrieron CoTec Holdings, Orion Resources, Unearth, un grupo de exejecutivos mineros, Khosla Ventures y Aurus Ventures.