Familia Délano analiza fórmulas para desprenderse de proyecto minero de hierro Dominga
Trámite de la iniciativa se encuentra en la segunda ronda de consultas por parte de servicios públicos.
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En proceso para definir una salida de Andes Iron y su proyecto minero Dominga, está la familia Délano, que mantiene el 80% de esa empresa. Esto, dado el complejo momento que enfrenta esta iniciativa debido al impacto del caso Penta.
Aunque este proceso estaría en una etapa inicial, el principal análisis que se hace es que dada la coyuntura, la obtención de los permisos ambientales enfrentaría dificultades adicionales, por las repercusiones mediáticas que han surgido, pese a que hay convicción de que la iniciativa de hierro es atractiva.
Entre las opciones que se analizan estaría incorporar un socio estratégico, para lo cual se barajan escenarios con Resolución de Calificación Ambiental (RCA) y sin ella.
Además los Délano Méndez, los Garcés Silva tienen el 15% de la empresa y el resto pertenece a un grupo de ejecutivos, donde la mayor participación es de Iván Garrido, presidente ejecutivo de Andes Iron.
A nivel de industria, en Coquimbo comentan que se ha notado una baja en la exposición pública del proyecto, lo que se ha notado especialmente durante los últimos dos o tres meses. "Da la impresión que hubieran desaparecido", grafican.
La posible enajenación de Dominga no sólo tendrá que lidiar con la complejidad de obtener permisos, sino que también de lo poco atractivo que es invertir en hierro mientras no se visualice una recuperación de los precios, que de hecho ha llevado a algunas mineras a cerrar sus operaciones.
Además, Dominga requiere una alta inversión inicial, estimada en cerca de US$ 2.500 millones.
Avance del proyecto
Dominga lleva 18 meses en evaluación ambiental. Su Estudio de Impacto Ambiental está en la segunda ronda de consultas por parte de los servicios públicos.
Uno de los organismos que ha sido más duro es la Conaf, que en algunos documentos ha manifestado que considera que el proyecto está fraccionado, porque no mide algunos efectos relacionados con los barcos que transportarán el mineral, algo que la empresa determinó como un servicio tercerizado.
También ha advertido por los efectos que podría tener sobre la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt.