Una profunda autocrítica realizó la canadiense Barrick en voz de su director ejecutivo para América Latina, Marcelo Álvarez, respecto a su fallido proyecto de oro Pascua-Lama.
“Barrick cometió graves errores, no solo de lo que pasó desde el punto de vista ambiental que cerró el proyecto; yo creo que el peor error que cometió fue haber sido arrogante, prepotente y no haber escuchado a las comunidades en la región”, dijo el ejecutivo en T13 Radio.
Así, ante el nuevo proyecto “El Alto” presentado por la compañía, que busca actualizar la información metalúrgica y geológica de la zona de Pascua Lama, Álvarez indicó que “hoy no hay ninguna posibilidad de que vayamos en contra de lo que la gente quiera para su desarrollo” y “si la institucionalidad y la comunidad en el futuro siguen insistiendo en que no se haga ningún proyecto, no lo haremos”. Agregó que “no hay ninguna manera hoy de hacer minería sin licencia social”.
Consultado por la insistencia en la zona de Alto del Carmen a la luz del fracaso anterior, comentó que “no es insistir por capricho, hay una necesidad en el país de generar nuevas inversiones”.
“Es un rajo muy, muy bueno, con una muy buena ley (de mineral) y con una gran cantidad de oro y plata. Por eso vale la pena seguir insistiendo, pero la manera de construir es de forma colaborativa con la comunidad”, remarcó.
En esa línea, destacó que más de 25 de las 34 comunidades presentes en el área están trabajando de la mano con la nueva iniciativa, a través de diversos programas de apoyo y capacitación.
“La revancha es para Chile”
“El Alto” contempla la habilitación de 43 plataformas en las que se realizarán 62 sondajes en las concesiones de Pascua -el lado chileno del fallido proyecto-, sin utilizar su infraestructura ni interferir con su proceso de cierre definitivo.
En otras palabras, dijo Álvarez, “buscamos ver si es viable en el futuro la realización de un nuevo proyecto”.
“La revancha es para Chile y para todos, no solo para la empresa. No es justo para la comunidad que teniendo un rajo tan importante lo dejemos ahí sin generar valor y desarrollo”, expresó.
Según explicó el argentino, si todo sale bien, Barrick podría estar presentando un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para desarrollar una nueva mina en unos cuatro o cinco años.
La vida útil estimada para dicha operación está programada por la empresa para unos 30 a 35 años y, de avanzar, lo haría como proyecto binacional, utilizando la infraestructura de Lama en Argentina.