Duro round entre Sonami y Codelco por Quebrada Blanca: gremio acusa a estatal de perjudicar a Enami y cuprera insiste en “precio justo”

Un duro intercambio verbal por la venta del 10% de Quebrada Blanca protagonizaron el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, y el timonel del gremio Sonami, Jorge Riesco. Mientras el primero defendió que pagó un precio justo -US$ 520 millones- por dicho activo, haciendo ver que “mantendrá la propiedad en manos estatales y ayudará a Enami a impulsar su plan de desarrollo”, el dirigente empresarial insistió en que la transacción “es terminal para Enami” porque “se la despoja del último activo que le permitiría tener un negocio sostenible y modernizarse”.

En la comparecencia ante la Comisión de Minería de la Cámara Baja, Riesco urgió a las autoridades del ministerio de Minería y Enami a que “asuman el compromiso de revisar” la enajenación del 10% en Quebrada Blanca, “que no responde a un plan sino al interés únicamente de Codelco”. Riesco afirmó que “si Codelco no hubiera celebrado negocios con Enami, como en el caso de la Disputada (hoy Los Bronces de Anglo American) y Ventanas (cuya fundición cerró en mayo de 2023), hoy esta empresa sería sostenible”. Denunció que “la valorización de la compraventa constituye un evidente perjuicio patrimonial para la Enami”.

Por su parte, Pacheco confidenció que Enami les dijo que “necesitaban transformar este activo (el 10% de Quebrada Blanca) en dinero” y que en virtud de lograr un acuerdo en que ambas parte ganaban “acordamos un convenio de colaboración que incluye varios elementos, como evaluar el traspaso de propiedades mineras, temas relacionados con el ácido sulfúrico, viabilizar proyectos extracción y exploración de litio”, entre otros.

La vicepresidenta ejecutiva (s) de esta minera estatal, Javiera Estrada precisó que si no fuera por esa venta, Enami estaría en serios problemas financieros. “Nuestros auditores externos planteaban una duda sustancial respecto a la continuidad de la empresa”, señaló. Estrada dijo que la enajenación les permite “una deuda sostenible y manejable para el futuro”.