La nueva vida de Cerro Colorado considera una planta de impulsión, un acueducto para transportar agua de mar y el uso de energías renovables.
Una de las tres minas que posee la gigante BHP en Chile, Cerro Colorado, despertará de su letargo hacia fines de la década, “ojalá en 2028”.
Eso pretende la australiana, que contó a DF que “prontamente” solicitará una prórroga que extiende el permiso de cierre temporal del yacimiento por tres años más, período en el que apostará por su reapertura activando la tramitación ambiental respectiva.
La faena que operó por 30 años produjo su último cátodo de cobre en noviembre de 2023, fecha en que venció su permiso de explotación minera y, además, se enfrentó al problema del suministro hídrico, debido a la imposibilidad de usar agua desde el acuífero Lagunillas.
El plan de cierre temporal finaliza en noviembre de 2025 y puede extenderse hasta el mismo mes de 2028, año clave para la empresa y su decisión final de inversión.
BHP confirmó que la inversión inicial contemplada para reabrir Compañía Minera Cerro Colorado (CMCC), ubicada en la comuna de Pozo Almonte, oscila entre US$ 1.000 y US$ 1.500 millones.
Según una presentación de la firma hecha a los inversionistas a fines de 2024 respecto a sus planes en Chile, el costo actual de cuidado y mantenimiento de la operación -que junto a Spence conforman Pampa Norte- asciende a US$ 20-25 millones anuales y se señala que Cerro Colorado podría significar un desembolso total de hasta US$ 3.200 millones.
Se trata de la segunda iniciativa de mayor capital que considera el plan de crecimiento de BHP en el país, que oscila entre US$ 10.100 y US$ 13.700 millones en esta y la próxima década; solo superada por la nueva planta concentradora que reemplazará la de Los Colorados y que costaría hasta US$ 5.900 millones.
Agua de mar por 160 km
Para poder volver a operar, la firma deberá hacer frente al problema de la escasez hídrica y cumplir con su compromiso público de no utilizar aguas continentales más allá de 2025, por ello el proyecto considera la construcción de una planta de impulsión.
¿Qué significa? Que transportará agua de mar hasta la operación de Cerro Colorado a través de un acueducto que tendrá una extensión de entre 140 y 160 kilómetros, algo así como la distancia entre Santiago y San Fernando.
De esta forma, la reactivación de la mina a rajo abierto se llevará a cabo con la utilización de energías renovables y agua salada, considerando que BHP implementará su tecnología de lixiviación patentada Full SaL para recuperar el mineral de cobre, la cual ya se aplica con éxito en Spence y permitirá que la faena no requiera de una planta concentradora.
De la mano de dicha tecnología, la expectativa de la compañía es producir entre 80 y 100 mil toneladas de cobre anualmente, considerando que la producción del metal rojo se reactivaría -tras la construcción del proyecto- entre 2031 y 2032.
En sus años dorados, la faena llegó a superar las 130 mil toneladas anuales de cobre fino, mientras que en 2022, según el Consejo Minero, produjo 51.262 toneladas.
Cabe destacar que el yacimiento cuenta con recursos de 2,3 billones de toneladas de mineral, entre sulfuros primarios y secundarios, según una presentación a inversionistas.
Si todo sale según lo planificado, el proyecto extenderá la vida útil de la mina ubicada a 120 kilómetros al este de Iquique por 20 años a partir de su reapertura, permitiéndole a BHP reforzar su posición en el mercado mundial del cobre.
Estudios ambientales
El período comprendido entre la prórroga y fines de 2028 será contrarreloj: en esos años, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto que presente la minera deberá sortear su tramitación en el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y también la de los permisos sectoriales. Todo, estiman, demoraría un plazo similar al de la extensión del cierre: tres años.
En junio de 2024, CCMC ya vivió un traspié en el SEA, el que no admitió a tramitación la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de un proyecto de sondajes que buscaba caracterizar la zona para una posible reapertura y que involucraba una inversión de US$ 60 millones.
Así, el proyecto que presentaría en 2026 -según el calendario del plan en Chile- se encuentra actualmente en etapa de prefactibilidad.
Según confirmó BHP, un ítem clave para la evaluación ambiental de la iniciativa es la elaboración de una nueva línea base, que, en simple, consiste en la descripción detallada del área de influencia del proyecto, desde ecosistemas hasta comunidades.
Alrededor de Cerro Colorado conviven unas seis comunidades indígenas, donde destacan Aymaras y Quechuas. La cifra de los grupos aledaños a las operaciones de la minera podría incluso más que triplicarse si se considera el territorio que atravesará el acueducto con agua de mar.
Señalan en el sector minero que se trata de un caso sin precedentes en Chile, dado que es primera vez que una operación de la gran minería de cobre busca su reapertura tras un proceso de cierre temporal.