En un viaje que el arquitecto Eduardo Castillo hizo a Nueva York, Estados Unidos, vio por primera vez unos lentes de sol que le llamaron la atención por el diseño de sus marcos, que eran de madera. La imagen, comenta, le quedó dando vueltas durante varios años en la cabeza y finalmente lo inspiró y motivó a formar Tronco, en 2011: una empresa dedicada al diseño y desarrollo de anteojos de sol con marco de madera que, además, busca reivindicar la carpintería, uno de los oficios más antiguos del mundo.
Con una inversión de US$ 25 mil comenzó el negocio que hoy cuenta con una colección inspirada en modelos clásicos de la década de los ‘60, que impusideron marcas como Ray Ban, Gucci o Carrera, y con filtro UV.
Castillo los diseña y luego son desarrollados por un carpintero canadiense que utiliza como materia prima la madera de eucalipto y que les da un tratamiento impermeabilizante para que no se dañen con el agua y ni con el sol.
Expansión
Los lentes se comercializan actualmente en varios locales del barrio Lastarria, la zona de Avenida Italia, Providencia, Las Condes y Vitacura y, mediante diversos distribuidores, la empresa se encuentra preparando su llegada a Puerto Natales, Isla de Pascua y a países como Argentina y España.
De esta manera, Castillo comenta que espera poder triplicar los casi 100 pares mensuales que actualmente están vendiendo y aumentar su facturación anual por sobre los US$ 10 millones.