Al año, las incubadoras que integran ChileIncuba, asociación gremial que agrupa a 17 de estas entidades, reciben más de 2.500 postulaciones de nuevos negocios. Se trata de unos 10 mil emprendedores, dice Marcelo Díaz, presidente de la entidad, añadiendo que es una cifra que les impone nuevos retos.
“El principal desafío de esta asociación es ayudar a sus socios a ser sustentables en el tiempo y ojalá, independientes de los recursos gubernamentales para la operación de sus proyectos”, confiesa Díaz, quien añade que a nivel mundial las incubadoras son privadas y pertenecen a un fondo de capital de riesgo (venture capital). “Un modelo que no tenemos y que Corfo intenta corregir al no existir ningún privado que quiera acortar estas brechas de mercado”, advierte.
Los ejes de trabajo ya están definidos, en gran parte por los cambios impuestos por InnovaChile de Corfo respecto de los recursos entregados a las incubadoras (incentivos por resultados de emprendimientos), y a la posibilidad de administrar un fondo especial para financiar emprendimientos (Subsidio Semilla de Asignación Flexible-SSAF). Modificaciones que, según Díaz, son aplaudidas por el sector.
“La primera tarea es transferir buenas prácticas entre los socios. Una cosa es que nos hayamos contado lo que hacemos en estos años, y otra muy distinta que nos enseñemos a hacerlo. Esta es la jugada en 2012”, añade el presidente de ChileIncuba.
Los gerentes y socios que agrupa la entidad ya acordaron reuniones periódicamente para compartir experiencias. Incluso, ChileIncuba creó una plataforma web que publicará cada una de las actividades que realizan sus miembros y los emprendimientos “estrella” de cada una de las incubadoras. También se hará un “ranking” de las incubadoras de acuerdo al desempeño en la obtención de recursos privados, cantidad de proyectos apoyados, entre otros índices.
“Las incubadoras entregamos valor a los emprendedores y la única forma de hacerlo es a través de las competencias y herramientas que no siempre son de financiamiento. Hay varios elementos claves que hacen que una incubadora sea exitosa”, afirma Díaz.
Apoyo de Corfo
El año pasado, tras una reunión en Valparaíso, los socios de ChileIncuba calificaron con nota 5.0 las gestiones de Corfo. La evaluación más baja fue respecto del tiempo de respuesta de las solicitudes en general.
“Esto se lo presentamos y tuvimos una buena sensación de que se están haciendo cambios. Hay una promesa de reducir a 50 días el tiempo de espera”, afirma Díaz.
El ejecutivo asegura que el trabajo actual con InnovaChile, es constructivo, lo que no había pasado antes, comenta.
“Esto lo planteamos como asociación gremial, ya que se nos entregaban instrumentos y nosotros, que somos los que vivimos el día a día con ellos, nunca se nos preguntó qué nos parecían”, sostiene.
Boleta de garantía
Uno de los temas que esperan zanjar pronto, destaca Díaz, es la obligación de las incubadoras de tener una boleta de garantía por $ 700 millones para acceder a las nuevas herramientas estatales.
“Este es un gran problema porque va a la línea de crédito de las incubadoras, afectando fuertemente su flujo de caja”, explica.