Novartis desarrolla vacunas para salmones chilenos
El laboratorio suizo Novartis desarrolló y lanzó dos nuevas...
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Por Diego Alcalde F.
El laboratorio suizo Novartis desarrolló y lanzó dos nuevas vacunas exclusivas para el mercado de los salmones en Chile. Se trata de Pentium Forte Plus ILA y Birnagen Forte 3 Plus, que otorgan protección para múltiples enfermedades que atacan a esta especie: virus ISA, IPN, furunculosis, vibriosis, y SRS.
Los productos, que fueron aprobados por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y que ya están siendo comercializados, se desarrollaron y testearon en las unidades de investigación y desarrollo que tiene Novartis tanto en Chile como en Canadá, además de las instalaciones de Veso Vikan en Noruega, en donde fue posible realizar un estudio de eficacia para IPN.
Fernando Flores, gerente de la unidad de negocios de Animal Health de Novartis en Chile, comentó que “la industria viene ya hace un par de años en una carrera de franca recuperación y lo lógico sería esperar que este año crezca a dos dígitos. Así medimos la confianza que hay en los directorios de las empresas para seguir invirtiendo y continuar ‘arriesgando’ en un negocio tan dinámico como éste”, sostuvo.
Las vacunas fueron presentadas en el marco de la primera Conferencia Internacional de Salmonicultura, organizada por el mismo laboratorio, y que contó con la presencia de los principales actores de la industria del salmón y la pesca. En la oportunidad, el principal tema abordado fue la crisis del virus ISA, además de las posibles nuevas amenazas que pueda presentar la industria.
Virus ISA
Tras la recuperación del sector salmonero después de ser afectado por el virus ISA que atacó a los salmones el año 2007, generando a los productores pérdidas por más de US$ 2.000 millones, la preocupación en los temas de salmonicultura se hizo cada vez mayor, con normas que apuntan a una producción más responsable y con menos riesgos de infecciones.
Entre ellas está la obligatoriedad del uso de vacunas en los peces, medidas que, por una parte, han encarecido la producción pero que, por otra, también han ayudado a mejorar las tasas de sobrevivencia e incrementar la productividad, según reconocen en el sector.