“Las sequías han puesto en crisis los sistemas de gestión y administración”
Según Zuleta, para generar soluciones de alto impacto es fundamental una fuerte coordinación en torno a prioridades.
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POR PAULA PEÑALOZA
“Las sequías han puesto en crisis los sistemas de gestión y administración del agua”, afirma Javier Zuleta, representante del Banco Mundial (BM) en Chile y experto en materias hídricas, frente a la situación que actualmente viven los países de América Latina, principalmente los del Cono Sur (Argentina, Chile y Uruguay) por la baja disponibilidad de agua superficial y subterránea, que se ha intensificado en los últimos años a causa del cambio climático.
El experto que forma parte del Comité Técnico Asesor del evento organizado por Diario Financiero y Fundación Chile, “Water Week Latinoamérica”, indica que es necesario combatir esta problemática, principalmente por las crecientes demandas sociales, ambientales y económicas que se están sucediendo, incorporarando capital privado, desarrollando infraestructura y conociendo cabalmente los procesos del cambio climático.
En ese sentido, “Water Week Latinoamérica”, a realizarse entre el 17 y 22 de marzo en Chile, es una “gran oportunidad” para compartir las experiencias de los países, organizaciones, empresas y actores del sector hídrico y establecer vínculos de cooperación entre los conocedores del tema, dice Zuleta.
El experto aclara que, en esa línea, una de las grandes deudas de los países de la región tiene que ver con la gobernanza. Explica que, pese a que existen leyes y normas establecidas hace mucho tiempo, y que han cumplido cabalmente su objetivo, se ha hecho necesaria su modernización y actualización, dadas las nuevas exigencias de la población. Para Zuleta, éste es el caso de Chile, donde la legislación del agua de 1981 permitió impulsar algunos sectores relacionados con el agua, e incluso, modernizar la infraestructura y los sistemas de riego.
Ahora “es necesario acelerar la capacidad de respuesta hacia la sociedad, ya que muchas de las instituciones del sector no tienen recursos, la capacidad técnica necesaria, o han crecido a la sombra de sectores tradicionales como la agricultura, y no están preparadas para un debate multisectorial”, afirma, añadiendo que en países como Perú y Brasil han conformado una agencia para la coordinación de los problemas intersectoriales del agua y que, en otros casos, se ha modernizado la misma institución o se han estructurado de otro modo para coordinar las demandas competitivas de los distintos rubros.
Prioridades
Según Zuleta, para generar soluciones de alto impacto social, económico y medioambiental, en torno a la escasez del agua es necesario generar políticas a largo plazo que conjugen una fuerte coordinación y asignación de recursos; diálogo y entendimiento de los sectores, y establecer prioridades.
“La sequía y todos los fenómenos asociados al cambio climático funcionan de la misma manera: el margen de solución es muy bajo ya que una vez instalados es difícil abordarlos. Requieren de programas de largo plazo, como improvisar canales o baterías de pozo”, advierte. Sin embargo, también sostiene que existen soluciones “más a la mano”, como la recarga de aguas subterráneas; la optimización de sectores que consumen altos volúmenes de agua (como la agricultura), lo que permitiría generar un ahorro con mayor impacto que en otras industrias; o la reutilización de aguas servidas, solución que a largo plazo “permitiría replicar lo que hacen países como Estados Unidos, Nueva Zelanda y las naciones europeas, que guardan agua para uno o dos años”.
El experto del Banco Mundial menciona también soluciones que se están haciendo en Chile y que tienen que ver con la desalinización del agua, la implementación de ductos y el transporte de agua del sur al norte, que en muchas casos se ha hecho en camiones y aviones, para la industria minera aunque con un alto costo asociado. En cuanto al uso de nuevas tecnologías para el uso eficiente del agua, Zuleta indica que la región no está atrás respecto a otras.
“Los sistemas de agua potable son relativamente adecuados, no se trata de un problema de tecnología. La clave está en cómo tomar estos elementos, equitativos, de gestión y aprovechamiento”, asevera.