En junio pasado, Sacyr anunció que su sede global de operación para el área de concesiones se radicaría en Chile, es decir, desde aquí manejarían todos los mercados donde está presente.
Esta decisión no fue al azar, pues la hispana tiene unos 30 contratos en Latinoamérica, siete de ellos en Chile, con inversiones por más de US$ 2.700 millones.
Rafael Gómez del Río, director general para esta área, quien desembarcó en el país a mediados de año, confirma que esta situación inclinó la balanza a favor del país
"Dado que los mayores esfuerzos de los contratos se requieren en esta etapa de construcción, los mismos pueden ser atendidos, en términos prácticos, más fácilmente con un centro de operaciones en el mismo continente", comenta.
Agrega que el cambio sirve para adelantarse al peso que tendrá la región en términos de resultados. Según las cifras de la compañía a 2013, España aportó el 54% de los ingresos de Sacyr Concesiones, seguido por Chile (18%), Portugal (17%) y, finalmente, Irlanda (10%).
"En los próximos años, según se vayan poniendo en servicio aquellos activos que están en construcción, Latinoamérica pasará a tener un peso dominante dentro de esta unidad de negocios", dice.
Santiago como cabecera
Otro factor que pesó a la hora de optar por Chile para asentar esta operación, considerando, incluso, otros países donde Sacyr está presente, fue la proyección de crecimiento de este segmento.
Gómez del Río explica que las oportunidades para desarrollar nuevos proyectos de infraestructura en ciertos países se han vuelto más escasas, ya que han alcanzado niveles de desarrollo más altos.
En contraste, dice, "en materia de infraestructura y necesidad de nuevas concesiones, nos encontramos en un momento importante en toda la región, particularmente en Chile, donde estamos convencidos que podemos ser un socio estratégico".
Añade que a nivel local se conjugan factores como un marco regulatorio claro, oportunidades de inversión, y "la claridad inalterable sobre las necesidades y esfuerzos requeridos para seguir manteniendo el liderazgo regional en términos de desarrollo". A ello se suma una posición geográfica que, asegura, le otorga a Santiago un "rol estratégico para el grupo". Hoy Sacyr gestiona siete proyectos de concesiones en Chile, de los cuales tiene en operación el tramo Vallenar- Caldera de la Ruta 5 Norte. Las otras seis obras están en construcción. Se trata del acceso a Iquique, los tramos La Serena-Vallenar y La Serena- Ovalle de la Ruta 5 Norte; la vía Concepción-Cabrero, así como la primera fase de Américo Vespucio Oriente y el Hospital de Antofagasta.
Este extenso pipeline de proyectos de concesiones para el período 2014-2020, demuestra, dice, la vigencia del interés del grupo por el país. "Esto indica que es un mercado que se mantiene activo y en donde esperamos que las nuevas licitaciones sean tan interesantes como lo han sido aquellas en que hemos participado, manteniendo un flujo constante de proyectos, de modo de poder realizar todos los estudios técnicos y financieros que permitan presentar propuestas sólidas y competitivas", adelanta. El Ministerio de Obras Públicas (MOP) tiene interés de avanzar en nuevas concesiones. Respecto de los incentivos que debería considerar para que los privados acudan a estos procesos, el ejecutivo entrega un punto de vista hasta ahora no explorado: proyectos de alta rentabilidad social, que necesitarán de mayor apoyo estatal.
Explica que desde el inicio del sistema se han concesionado proyectos de infraestructura cuyo nivel de ingresos era suficiente para sustentar la inversión a través del pago de los usuarios.
"Sin embargo, ahora existen proyectos que, si bien son de alta rentabilidad social, sólo pueden ser ejecutados con subsidios del Estado. El impulso debiera venir en la promoción de estas obras, que además son necesarias para el desarrollo económico del país", asegura.
Llama, además, a ampliar la mirada y concesionar otro tipo de infraestructura, como la red de caminos básicos y embalses, así como "reincorporar la infraestructura de salud", señala.
Reponer los hospitales
A juicio de Gómez del Río el gobierno debería reconsiderar la decisión de no construir más hospitales concesionados. Sacyr misma se adjudicó el hospital de Antofagasta, por US$ 230 millones.
"Empresas como la nuestra tienen mucho que aportar en materia de concesiones hospitalarias. Este modelo ha sido validado en muchos países y ha contribuido a poner a disposición de los usuarios hospitales con altos estándares de calidad y tecnología de punta, que además se mantiene actualizada a lo largo del periodo de concesión", señala. A su vez, explica que por si sólo ningún modelo (concesiones o todo cubierto por el Estado) permitirá que se provea de toda la infraestructura hospitalaria que el país requiere, "por tanto creemos que no se debe abandonar el programa de concesiones hospitalarias", enfatiza.
El director general para concesiones de Sacyr discrepa de los argumentos utilizados por el gobierno para descartar la concesión de recintos hospitalarios, llegando incluso a revocar procesos basado en la idea de que este modelo no es más eficiente que la construcción y operación directa. Al respecto señala que "el modelo de concesiones hospitalarias tiene grandes ventajas, pues además de entregar infraestructura de calidad, plantea un fuerte incentivo para que el concesionario gestione la construcción en plazos más reducidos".
Agrega que una vez en operación, es el mismo concesionario quien se preocupa de mantener la infraestructura y el equipo médico en óptimas condiciones, además de permitir su reposición de acuerdo a la vida útil y en función de la disponibilidad de nuevas tecnologías.
Todo esto, puntualiza el ejecutivo, "de acuerdo a los estándares definidos en el contrato de concesión por el Estado"
Gómez del Río evita referirse a si el gobierno esté enviando señales a los inversionistas extranjeros con estas acciones en la concesión de hospitales y se limita a responder que "lo importante es que las acciones que tome el Estado apunten a demostrar que el modelo de concesiones sigue vigente y que se continúe con esta larga y exitosa relación entre el privado y el Estado" A su modo de ver en cualquiera de los casos se debe mantener la seguridad jurídica de los contratos, "tal y como lo hemos visto de manera inalterable desde el inicio de nuestras operaciones en el país en 1996".
En todo caso, dice que Sacyr, como todas las empresas, está analizando el impacto de las reformas tributaria y laboral, los que considerarán en las próximas licitaciones en las que pudieran participar.
Finalmente, el director se refirió a la relicitación del aeropuerto AMB, donde están precalificados, indicando que pidieron aclaraciones a las bases y que hoy están a la espera de las respuestas. "En función de ello definiremos si el proyecto está alineado con nuestros intereses y expectativas", sentencia.
Próximo año someterán primer tramo de Vespucio Oriente a evaluación ambiental
El ejecutivo cree que contarán con el apoyo de la ciudadanía en la tramitación.
Mientras el gobierno trabaja en las definiciones para la fase dos de Américo Vespucio Oriente (AVO), el consorcio formado por OHL y Sacyr avanza en los estudios para la primera etapa de esta autopista, que se adjudicaron en enero pasado y que demandará una inversión de unos US$ 1.000 millones. Rafael Gómez cuenta que hoy la firma hispana está "desarrollando todos los estudios de ingeniería requeridos por el contrato". Agrega que están conforme al calendario establecido en la adjudicación, tanto para los proyectos de vialidad como de ingeniería de detalle que serán presentados para la aprobación del MOP. "Concluido esto, de acuerdo a lo exigido en el contrato de concesión, se comenzará con el proceso de aprobación ambiental, que esperamos iniciar dentro del próximo año", cuenta el ejecutivo. El mercado especula que habrá gran oposición en el trámite ambiental que deberá iniciar la iniciativa. El director de Operaciones aclara, en todo caso, que "Vespucio Oriente es un proyecto que ya ha sido consensuado con los municipios, los cuales defienden los intereses de sus vecinos". Además, señala estar confiado, puesto que AVO "está en concordancia con el entorno y tiene impactos positivos, tanto para los usuarios del proyecto, como para quienes viven y usan las obras viales alternativas. Por lo tanto, creemos que el proyecto contará con el apoyo de la ciudadanía". Gómez del Río abordó también las críticas que se han levantado contra el anteproyecto del ministerio, que tendría varios aspectos técnicos no considerados.
"Desde nuestro punto de vista, la información entregada por el MOP en la etapa de licitación es suficiente para poder evaluar la complejidad de una obra singular como Américo Vespucio Oriente", dice. En todo caso, reconoce que durante el desarrollo de la ingeniería de detalle, pueden surgir propuestas innovadoras que permitan mejorar los diseños propuestos, manteniendo los conceptos del anteproyecto y los criterios de diseño definidos. "En este sentido es importante recalcar que Sacyr Concesiones acredita una amplia experiencia en este tipo de obras en Chile y otras partes del mundo, lo que le permite afrontar los diferentes retos y complejidades técnicas con totales garantías", puntualiza.