Sentido de urgencia hay al interior del directorio del Metro para poder definir un punto clave para la empresa: el nuevo gerente general. Si hasta el lunes eran cinco los nombres que se barajaban, en las últimas horas la lista se habría reducido a dos.
Según entendidos, la mesa de la estatal no habría encontrado consenso en torno a uno de los tres nombres internos que se analizaban para ejercer como gerente general. Así, habrían quedado descartados Álvaro Caballero, gerente Comercial y de Asuntos Corporativos; Jaime Adasme, gerente de Desarrollo de Proyectos, a cargo del desarrollo de las nuevas líneas 3 y 6; y Hernán Vega, gerente general interino, que se desempeñaba como gerente de Administración y Finanzas.
Según cercanos, el directorio estaría decidiendo en torno a dos profesionales externos, pero que conocen la operación de Metro. Uno de ellos sería un ex ejecutivo de la firma; mientras que el segundo estaría vinculado al negocio ferroviario.
Días complejos
El Metro vive días difíciles. Partiendo porque desde la renuncia de Ramón Cañas como máximo ejecutivo de la estatal a mediados de mayo, que la empresa está en búsqueda de un sucesor. En todo caso, el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, dice que Vega ha sido “gerente general interino en muchas oportunidades. No es que Metro no tenga un gerente general”.
Sin embargo, los mayores inconvenientes han venido desde lo operacional. A fines de agosto, un corte de energía obligó a evacuar la Línea 5. Dos semanas antes, la fisura en un riel obligó a mantener cerrada durante prácticamente todo el día la Línea 4.
A esto se suman temas de seguridad. A mediados de julio, un aparato explotó en uno de los carros del Metro en la estación Los Dominicos, sin dejar lesionados. Desde entonces, han aumentado las medidas de seguridad y los episodios de cierre de estaciones han sido recurrentes, al encontrarse bultos abandonados que se piensa podrían ser artefactos explosivos.
Esto, según el ministro se debe a un nuevo protocolo adoptado a mediados de julio, el que obliga a iniciar procedimientos policiales ante este tipo de hallazgos.
Todo esto desencadenó la salida del gerente de Mantenimiento de Metro, así como la creación de una comisión que auditaría el proceso de mantenimiento de la firma. Según Gómez-Lobo, esta última instancia se anunciaría pronto, aunque asegura que “Metro tuvo dos incidentes importantes hace dos o cuatro semanas, pero se han tomado medidas desde entonces”.
Ayer mismo, se ordenó el cierre de las estaciones Universidad de Santiago, Puente Alto y Baquedano. Esto sin contar el atentado en el Subcentro Las Condes, que aunque no sucedió al interior de la estación de Metro, dicho recinto es propiedad de la estatal, que lo concesionó.
Finalmente están las manifestaciones sociales contra la empresa, producto del alza de la tarifa que se concretó la semana pasada.