En octubre del año pasado, Carlos Gustavo Cano, codirector del banco central de Colombia, se burló de la elevada inflación de Brasil, diciendo que el país era un “excelente ejemplo”, de lo que no había que hacer y que demostraba los peligros de reaccionar demasiado tarde a las alzas de precios. Diez meses después, la inflación de Colombia se elevó a su mayor nivel desde 2000 y está ahora más lejos de la meta de 3% de su banco central de lo que están sus colegas brasileños de su objetivo de 4,5%. Colombia es ahora el “mejor ejemplo” de lo que no hay que hacer.
Todo lo contrario está ocurriendo en Perú, donde la semana pasada el banco central informó que en julio la inflación cayó dentro de su rango meta de entre 1% y 3% por primera vez en 17 meses.
Los casos de ambos países ilustran cómo el panorama ha comenzado a divergir en la región, luego de que la caída de las monedas locales mantuviera las presiones inflacionarias elevadas durante un largo período, limitando el margen de maniobra para la política monetaria.
En Chile, en tanto, tras una prolongado intervalo, la inflación también está dando señales de comenzar a converger hacia el objetivo oficial.
Colombia más lejos
Ignorando un llamado de última hora del presidente Juan Manuel Santos, el Banco de la República (Banrep) de Colombia elevó la tasa de interés por onceavo mes consecutivo en su reunión del mes pasado.
La entidad elevó los tipos en un cuarto de punto a 7,75% y reiteró su compromiso de llevar la inflación de vuelta a su rango meta hacia fines de 2017, diciendo que los precios se desacelerarán cuando la producción agrícola vuelva a sus niveles normales tras el “shock temporal” de la sequía causada por el fenómeno de El Niño.
“Este debería ser el último incremento del año”, afirmó Munir Jalil, economista de Citigroup en Bogotá, a Bloomberg. Pero lo mismo vienen pronosticando expertos y autoridades desde hace varios meses.
El ministro de Finanzas, Mauricio Cárdenas, quien preside las reuniones del comité del banco central, se opuso al alza, y no fue el único. El gobierno teme que el endurecimiento monetario golpee a una economía que ya se viene desacelerando y el secretario de Estado aseguró que el menor dinamismo de la actividad por sí solo debería ser suficiente para asegurar que los precios se estabilicen.
Sin embargo, los datos más recientes dan cuenta de que el panorama inflacionario ha seguido deteriorándose. La inflación anual se aceleró a 8,97% en julio, desde un 8,6% en junio, mostraron datos divulgados el viernes.
José Darío Uribe, gerente de Banrep, reconoció el viernes que existen cada vez menos probabilidades de que la institución cumpla su compromiso para 2017. “La probabilidad de que a finales del año entrante la inflación esté en 4% o por debajo es de 42%. Este último dato es importante y positivo, pero es inferior al 50% que teníamos en el informe de marzo y bastante inferior al 76% en diciembre”, expresó.
Esto hace prever que la política monetaria se mantendrá restrictiva, lo que conlleva riesgos para el crecimiento y la generación de empleos. “Si los niveles crecientes de tasas se mantienen por un período prolongado, para lograr la convergencia, el costo para las personas sería enorme”, advirtió Uribe.
El índice de actividad económica se aceleró a 1% en mayo, frente al 0,6% de abril, pero se ubicó por debajo del 1,5% que esperaban los analistas.
Perú crece a su potencial
En Perú, la inflación se desaceleró a 0,08% en julio, la segunda más baja del año. La variación anual, en tanto, de 2,96%, viene cayendo sistemáticamente desde el 4,61% de enero. “Con la desaceleración de la inflación a los niveles actuales, esperamos que el banco central mantenga inalterada su tasa en lo que resta del año”, aseguró el Banco de Crédito del Perú (BCP) en su último reporte.
El Banco Central de Reserva mantuvo la tasa sin cambios en 4,25% en su reunión de julio, por quinto mes consecutivo. La autoridad justificó su decisión diciendo que las expectativas de inflación siguen desacelerándose gradualmente, el tipo de cambio y los aumentos de precios de los alimentos y servicios públicos se han revertido, y la actividad económica doméstica está creciendo cerca de su potencial.
La actividad se aceleró 4,9% en mayo, desde 2,5% el mes anterior, superando las estimaciones de 4,7% de los analistas. El banco central volverá a reunirse este jueves, al igual que su par de Chile.
Chile se acerca a la meta
Tal como su vecino, el banco central de Chile ha mantenido las tasas de interés sin cambios por meses a medida que la inflación comienza a ceder. Pero, a diferencia de Perú, la economía muestra señales claras de desaceleración.
El índice de actividad económica bajó a 0,8% en junio, frente al año anterior, desde 1,8% en mayo, por debajo de las expectativas de 1%. La proyecciones para el IPC de julio apuntaban a un 3,9% anual, dentro del rango meta de 2% a 4%, tras dos años por encima del techo. En junio, la inflación llegó a 4,2%.
La debilidad de los datos aumenta las expectativas de una política monetaria más expansiva. La tendencia quedará más clara el jueves, cuando el banco central realice su próxima reunión de política monetaria.
En la última cita, en julio, un consejero del organismo manifestó que, si bien compartía que mantener la tasa en su nivel actual era lo más recomendable, en su conjunto, “los antecedentes hacían que la opción de reducirla tuviera más peso relativo que la opción de aumentarla”.
La opinión estaría sustentada en las señales de desaceleración de la economía, sumada a las mejores condiciones de convergencia de la inflación hacia el rango meta del banco.
México cuesta arriba
México es un caso diferente. El 30 de junio el banco central subió la tasa de interés en medio punto porcentual a 4,25%, para evitar que la reciente depreciación del peso inyectara mayores presiones inflacionarias, en medio de un deterioro de las condiciones externas.
La inflación en México aún se ubica por debajo de la meta de 3%, marcando 2,54% en junio, pero viene en ascenso y se espera que los datos de esta semana muestren una aceleración del IPC a 2,72% el mes pasado.
A mediados de julio, la autoridad dijo que estaba dispuesta a seguir ajustando la política monetaria si detecta riesgos para la inflación por la caída del peso. El instituto emisor también se reunirá este jueves.