“Los pioneros que caen no se cuentan, solamente se honran”, dijo Mario Montanari, presidente del directorio y uno de los controladores de Invermar, una de las salmoneras más antiguas del país y la pionera en abrirse a la Bolsa.
El empresario lanzó esta frase al término de la junta de accionistas de la firma, cuando la prensa le preguntó por una posible venta de la compañía a raíz de su alto endeudamiento.
Si bien enajenar es una posibilidad, es una de las tantas opciones que la compañía maneja, apoyada por la asesoría financiera que le encargaron a Landmark Capital.
Hasta ahora son ocho las empresas interesadas en la compañía que han pedido las bases y firmado el documento de confidencialidad que contempla el proceso.
“Entre ellas hay firmas internacionales, que son las que tienen más dinero”, dijo Montanari y agregó que “esperamos tener resultados en el muy corto plazo, porque entre los interesados hay desde fondos financieros, hasta empresas que ya nos habían visitado o sondeado. Espero que al 31 de junio esto esté listo, pero para finiquitar todo después habrá que hacer un due diligence. Puede que tome más tiempo cerrar el tema”.
El Grupo Brescia y Cooke Aquaculture figuran entre las empresas que anteriormente “visitaron” la firma.
El directivo sostuvo que están buscando distintas formas financieras. “Si es fusión, será fusión. Si es reprogramación de la deuda, lo único que quiero son las mismas condiciones que a las salmoneras extranjeras. Para mí la mejor opción es seguir en Invermar y que reprogramen la deuda, igual como deberían hacerlo con las otras firmas, ahí no necesitaríamos nada”.
Añadió que de todas formas “la banca nos ha apoyado, siempre lo ha hecho y no veo por qué no lo harían ahora”. Montanari descartó la venta de activos, pues dijo que hicieron su máximo esfuerzo al vender la productora de alimentos Salmofood a la peruana Alicorp.
Un accionista minoritario manifestó su inquietud respecto a lo diluidos que se verían en caso que Invermar se fusione con otra compañía y el gerente general de la firma, Andrés Parodi, puso paños fríos y aseveró que “para eso existe un comité de directores, donde hay uno independiente, que tiene que velar para que cualquier tipo de transacción logre niveles de equidad”.
Relación con la banca
El ejecutivo comentó a otro accionista que la deuda de Invermar con la banca, contraída en 2009 a raíz de la crisis del año anterior del virus ISA, “tenía amortizaciones crecientes en el tiempo, entonces cuando se firmó el contrato, esas amortizaciones crecientes se veían muy muy lejos, pero llegaron”.
Agregó que han estado en conversación para no pagar esas cuotas. “Los bancos la han ido prorrogando, como la de enero, que era de US$ 3 millones, y quedó para julio, y en julio hay otra cuota que, lo más probable, también reprogramemos”, detalló.
En 2015 los vencimientos rondarán los US$ 50 millones.
Sobre las quitas bancarias, el presidente de la firma dijo no ser partidario de dicho mecanismo, “que quede claro”, precisó.
Perspectivas del año
En Invermar confían en la tendencia alcista de los precios. “Este 2014 será un buen año en precios, a lo que se adiciona que no seguiremos con las truchas y el coho, pues tendremos cosechas sólo de salmón atlántico, que tiene mejores márgenes y mayor valor agregado”, vaticinó Andrés Parodi.
En otro ámbito, el gerente general aseveró que el impacto de los menores ingresos estimados que generarán los peces con brotes de ISA, detectados a comienzos de año en su centro Traiguén I, será menor a lo estimado en un comienzo (US$ 17,7 millones), todo gracias a la orden de no innovar que le dio la justicia a la compañía respecto de la instrucción de Sernapesca de cosechar la totalidad del centro afectado. Fuentes de la firma estiman que finalmente se dejarían de percibir alrededor de US$ 4 millones.
Reforma tributaria
Sobre la reforma tributaria, Mario Montanari enfatizó que “este país necesita una reforma tributaria. Se tiene que hacer si queremos terminar con la desigualdad abismal que hay. La presidenta Bachelet tiene la fuerza para hacerlo”, dijo.
El empresario agregó que “cuando me toca dar clases en universidades y veo lo que hay, me da pena, porque digo el padre de ese hijo ha hipotecado su casa para que le den educación y lo que le están dando es algo nefasto. No sólo pierde su plata, pierde su ilusión”.