El mercado mundial del arte se contrae a medida que se estancan las grandes ventas

Según un nuevo informe, el mercado mundial del arte terminó el 2023 con una caída del 4%, llegando a un mínimo de tres años de US$65.000 millones, ya que el contexto macroeconómico y geo-político ralentizará la actividad. El informe anual sobre el mercado del arte de Art Basel y UBS revela que los millonarios "no son inmunes a los cambios financieros, sociales o políticos perturbadores", según la autora, Clare McAndrew, de Arts Economics. Según McAndrew, la continua incertidumbre apunta a unas expectativas "estables" para 2024.

En una clara inversión de las tendencias recientes, las mayores caídas se produjeron en las obras de mayor precio. El valor de las obras de arte subastadas por más de US$10 millones, el único segmento que creció en 2022, descendió un 40% el año pasado. Según la encuesta realizada por McAndrew entre más de 1.600 galerías, los mayores distribuidores privados, con una facturación anual superior a US$10 millones, registraron un descenso medio de las ventas del 7%.

Hubo mejores noticias en el extremo inferior de la escala, ya que los volúmenes mejoraron y los distribuidores con una facturación inferior a US$500.000 tuvieron el mayor aumento en las ventas, con un 11%. Esta dinámica ayudó a impulsar las ventas en línea, en su mayoría realizadas por debajo de los US$50.000, que representaron el 18% de la facturación total del mercado, el doble que en 2019. 

La presión del aumento de los costes se puso claramente de manifiesto en la encuesta realizada a los distribuidores, en la que se observó que el aumento de los arriendos y salarios supuso un descenso de los beneficios para el 40% de la muestra (8 puntos porcentuales más que en 2022). Según el informe, para muchos ha sido "un año muy difícil para equilibrar sus presupuestos", y los compradores buscarán mayores descuentos en 2023, con una media del 18%, y mayores para los trabajos más caros.

La caída general del mercado, que lo situó justo por encima del total previo a la pandemia en términos nominales, no fue tan dramática como algunos esperaban, en parte gracias a los mejores resultados de China en la primera mitad del año. En este país, las ventas aumentaron un 9% interanual, hasta US$12.200 millones, con lo que China arrebató el segundo puesto al Reino Unido, que bajó en un 8%, alcanzando hasta los US$10.900 millones. A pesar de esto, Estados Unidos siguió siendo la principal zona geográfica del mercado del arte, con unas ventas de US$27.200 millones, lo que representa el 42% del mercado mundial. Sin embargo, el total estadounidense representó una caída interanual del 10%, ya que las obras de mayor valor suelen venderse en Nueva York y Londres.

Sin embargo, la relativa fortaleza de China se debió principalmente a las ventas que se pospusieron debido a las restricciones de Covid aún vigentes en 2022. Este “contexto único de reapertura” se revirtió en la segunda mitad del año, dijo McAndrew, agravado por la caída del sector inmobiliario del país. Mientras tanto, el mercado chino seguía caracterizado por persistentes problemas de impago y morosidad. Los datos de la Asociación de Subastadores de China utilizados en el informe mostraron que solo el 54% del valor de los bienes vendidos en 2022 se liquidó por completo en mayo de 2023, aunque esta cifra fue 8 puntos porcentuales más que el año anterior. 

Según el informe, el difícil entorno y la consiguiente caída de los precios se mantendrán hasta 2024, ya que las economías que representan el 40% de la producción mundial celebran elecciones. "Se sabe que los años electorales son complicados para el mercado del arte, sobre todo cuando hay división", declaró al Financial Times Noah Horowitz, director ejecutivo de Art Basel.

Las esperanzas para un futuro incierto se basan en lo que la UBS describe como un efecto Taylor Swift, es decir, que la gente ahora pagará precios elevados por el entretenimiento y las actividades de ocio. La UBS dijo que el aspecto social del coleccionismo de arte, “que siempre ha mezclado adquisiciones físicas y diversión”, es un posible lado positivo para el frágil año que se avecina.