CChC: “El fenómeno del riesgo de incendio no está presente en la planificación y es un tema que amerita replantearse”
Bernardo Echeverría, presidente de la Comisión Ciudad y Territorio de la institución insta a revisar a fondo tanto los planos reguladores como las estrategias de infraestructura asociadas, para dotar a las ciudades de la resiliencia que exige el cambio climático.
- T+
- T-
El segundo incendio más mortífero del siglo. El pasado fin de semana, las llamas destrozaron todo lo que estuvo a su alcance en campos y ciudades densamente pobladas de la Quinta Región, dejando un saldo preliminar de más de 130 personas fallecidas, junto a miles de viviendas y hectáreas quemadas.
Si bien aún no está claro el origen del fuego, algunos expertos están de acuerdo con un punto: las significativas pérdidas que trajo este incendio se podrían haber evitado con una mejor planificación urbana en la Quinta Región.
“Evidentemente, tenemos un problema serio en la planificación urbana en Chile. Está súper atrasada, el sistema está bastante bloqueado, necesita intervenciones tendientes a dinamizarlo, a flexibilizarlo y hacerlo eficaz”, sostiene Bernardo Echeverría, presidente de la Comisión de Ciudad y Territorio de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
“La planificación no define instrucciones de escape, ni zonas de seguridad. Los incendios son un fenómeno que no están considerados”.
“Una de las grandes debilidades es que las inversiones van por un lado y la regulación del suelo va por otro”.
-¿Cómo cree que afectó la situación de los asentamientos urbanos de Viña del Mar en la magnitud que alcanzó el incendio?
-En el caso de la zona del incendio hay tres niveles de planificación: el primer nivel es la planificación comunal que está muy atrasada; después tenemos el Plano Regulador Intercomunal que también está atrasado; y una planificación indicativa, que es el nuevo esquema de los planes reguladores de ordenamiento territorial.
Entonces, si uno mira estos tres niveles, el fenómeno del riesgo de incendio no está presente en la planificación y es un tema que amerita replantearse. Esta planificación no define normativa, no define indicaciones para enfrentar ese riesgo, no define medidas o instrucciones de escape, ni zonas de seguridad. Los incendios son un fenómeno que no está considerado en la discusión, y no es un problema de planificación pasada, es futura.
-¿En la gran cantidad de pérdidas que dejó el incendio incide la poca presencia de este tipo de riesgo en la planificación urbana?
-Está muy poco presente. Hay cuatro proyectos de ley relativos a los incendios, y ninguno habla de este problema. Tenemos distintos ejemplos internacionales; entonces, hay que hacer un análisis muy a fondo. No es que uno quiera distraerse del problema de la preocupación por las víctimas. El tema son las víctimas, pero esto nos plantea un desafío de cómo abordar esa planificación; esto puede perfectamente volver a suceder. Para esto se requieren muchos recursos, pero hoy no tenemos tantos recursos disponibles para las políticas de vivienda.
-¿Qué se puede hacer en esta materia dada la insuficiencia de recursos?
-Los recursos son siempre escasos; entonces, el tema ahí es cuáles son las prioridades. Normalmente estos temas saltan a la luz ante hechos consumados en sectores que, entonces, no se van a volver a quemar en los próximos años, así que no es prioridad fija. Pero con el tiempo el problema se acumula. Y llega un momento en que se juntan las condiciones necesarias y se produce el nuevo incendio.
-¿Hay que replantear las prioridades del país?
-Claro. Hay que prevenir y hay que hacerlo con tiempo. No se trata de botar la plata a manos llenas en un acto. Se trata de trabajar para una estructura resiliente. En general, todos los temas de planificación de ciudades son miradas a 20 o 30 años. Van más allá de una generación y eso, por supuesto, es difícil de entender por los políticos que viven el día a día. Es un desafío nuevo y hay que analizarlo, estudiarlo e incorporarlo en nuestros procesos de infraestructura y de planificación.
Ciudades resilientes
-¿Se deberían replantear los planos reguladores del país ante el avance del cambio climático?
-No solo los planos reguladores, sino los planes de infraestructura asociados. Una de las grandes debilidades de la planificación es que el plan de infraestructura no conversa con el plan regulador, las inversiones van por un lado y la regulación del suelo va por otro, lo que se traduce en enormes ineficiencias. El tema mayor es la resiliencia de nuestras ciudades frente al cambio climático.
-¿Qué medidas se pueden tomar para hacer las ciudades más resilientes?
-Hay que entender el manejo de los cauces, hacer infraestructura apta para operar bajo condiciones extremas, ocuparnos del borde interfase entre ciudad y espacio rural, la distancia de las plantaciones forestales. En el caso del incendio de Viña del Mar, las zonas que se quemaron ahora no solo tenían algunos pequeños bosquecitos, sino que estaban llenas de pedazos de quebrada lo que puede actuar como verdaderas toberas. Entonces para ello eran necesarios sistemas hídricos, manejo de corte de la vegetación. Entonces, también son temas de gestión.
-¿Si no se hace algo al respecto, podremos volver a ver este tipo de tragedias?
-Probablemente el próximo incendio no va a ser en la misma zona de hoy día, pero quizás dentro de diez o 15 años vuelva a ser allí si no se adoptan las medidas preventivas adecuadas. No es que vayamos a hacer todo hoy día, o sea, siempre vamos a tener áreas de riesgo no cubiertas, pero vamos minimizando el riesgo. Año a año vamos trabajando para minimizar ese riesgo. Ese es el desafío.