Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura: “Hago un llamado fuerte a la banca a apoyar a la agricultura”
Ante la profundización de la crisis del precio del trigo, el líder gremial instó a la implementación de un “crédito cerealero” de BancoEstado y a un respaldo general de las instituciones financieras.
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La crisis del trigo se ha convertido en uno de los grandes dolores de cabeza para el sector agrícola. Según datos de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), hace más de dos décadas existían 850 mil hectáreas sembradas de granos, cifra que ha ido disminuyendo con el tiempo, llegando a las 453 mil hectáreas. A esto se suma que la industria ligada a ese cereal tiene rentabilidades negativas, existe un importante sobrestock mundial y el precio del trigo cayó a niveles mínimos, alcanzando los $ 21.000 el quintal.
“Estamos en un punto de inflexión. El próximo año lo tenemos que enfrentar juntos, con los agricultores, los molineros y los panaderos. Tenemos que unir estos tres eslabones para ser más competitivos, para tener un trigo nacional que tenga mayores ventajas comparativas que el trigo importado”, detalló Antonio Walker, presidente del gremio.
“Estamos en el piso y no podemos seguir bajando; si no, sería realmente una situación muy difícil para los cerealeros y vendrían muchas quiebras. Debemos tomar medidas para ver cómo vamos a abordar la próxima temporada”.
“No podemos depender solo del trigo importado, estamos impulsando que la producción nacional sea más fuerte”.
- ¿Cree que el precio del trigo va a seguir bajando?
- No debería seguir bajando. Los agricultores nos dicen que el valor del trigo importado está por sobre el valor del trigo nacional, hasta un 20% en algunos casos. Nosotros proponemos que, al menos, se pague la paridad. No podemos depender solo del trigo importado o del grano importado, y estamos impulsando que la producción nacional sea más fuerte, complementada con lo importado.
- ¿Es posible lograr este complemento en el corto plazo?
- No se está logrando este año y eso nos preocupa. Al tener rentabilidades negativas baja la intención de siembra para el próximo año. Para esto estamos pidiendo un crédito cerealero. Además, estamos pidiendo una actuación más fuerte de Cotrisa, entre otras medidas.
- ¿Estas medidas fueron bien recibidas por el Gobierno?
- El ministro ha sido muy receptivo, pero por experiencia propia digo que el ministro solo no puede, tiene que tener alianzas y socios, como el Ministro de Hacienda, el de Economía, la Corfo y el BancoEstado.
- ¿Qué consecuencias podría tener para el rubro si estas medidas no se toman?
- Estamos en el piso y no podemos seguir bajando; si no, sería realmente una situación muy difícil para los cerealeros y vendrían muchas quiebras. Debemos tomar las medidas que acabo de señalar para ver cómo vamos a abordar la próxima temporada. Pero hay una cosa importante: nos extraña que el precio del pan no haya bajado si el trigo sí lo ha hecho. Entonces, ahí tenemos que revisar qué está ocurriendo en la cadena.
- ¿Qué acciones van a tomar?
- Tenemos que ver cómo está operando la cadena de comercialización, hablar con los molineros, los panaderos, con la Fiscalía Nacional Económica y la Comisión de Distorsiones.
- ¿Pueden quebrar empresas relacionadas con el trigo si se mantiene la situación?
- Por el momento las quiebras que hemos visto están viniendo por el lado hídrico. Hemos visto que hay muchas plantaciones y empresas que han dejado de producir por la sequía, más que por el precio del trigo. El agricultor se ha tenido que endeudar más allá de los límites razonables y por eso necesitamos un crédito cerealero para capear este ciclo de mal precio.
El apoyo de la banca es tan importante, y por eso hago un llamado fuerte a la banca a apoyar a la agricultura, porque el rubro ha sido muy buen cliente de la banca, muy cumplidor.
Perspectivas para la temporada exportadora
- ¿Cuál es su estimación para la temporada de exportaciones?
- Vamos bien, hemos tenido una muy buena temporada de fruta fresca y la leche también va bien. La carne está bajando un poco, pero esperamos que se recupere. Eso sí, hoy en día tenemos tres grandes dolores. El primero es que el desierto llegó a Coquimbo, el segundo es la crisis de los granos y el último es la viticultura, que está pasando por un muy mal momento: creemos que este año se van a arrancar 15 mil hectáreas plantadas. Además, Chile hoy está más o menos en mil millones de litros y esto va a bajar fuerte a 700 mil millones de litros, pero esperamos que se vaya regulando.
- ¿Cuál es su expectativa para las próximas temporadas?
- El futuro de la agricultura no depende del mundo, depende de nosotros. Lo que es una buena noticia, porque depende de nosotros hacer las cosas bien. Por eso es clave el diálogo Estado-sector privado.
Eventos climáticos
- ¿En qué situación se encuentra la agricultura para enfrentar los eventos climáticos?
- Este es lejos el tema más central de la agricultura hoy día. El cambio climático llegó para quedarse. Queremos ser parte de la solución del cambio climático y no del problema. Por eso tenemos que adaptarnos con nuevas prácticas agrícolas y, por otro lado, tenemos que mitigar el cambio climático. Ahora viene la Niña y, entonces, no podemos bajar la guardia. Aquí las grandes obras de riego, embalses y desaladoras son fundamentales. El discurso lo tenemos clarísimo, pero no actuamos.
- ¿Qué falta para actuar?
- Falta decisión política y convicción. Yo creo que el mundo político no le ha tomado el peso a la importancia de lo que estamos hablando.