Ford se prepara para reintroducir el desarrollo de vehículos
de tracción trasera en Norteamérica y para ello planea utilizar su experiencia
en el mercado australiano, informó hoy el rotativo The Detroit News.
Fuentes de la compañía señalaron que la nueva plataforma de tracción trasera
que Ford está desarrollando servirá de base para el nuevo Ford Mustang así como
para vehículos de las marcas Ford y Lincoln. Y la misma plataforma será
utilizada para la próxima generación del Falcon australiano, según informó el
diario.
Desde hace casi tres décadas, los vehículos de producción masiva han estado
fabricados sobre la base de la tracción delantera, que ofrece un consumo de
gasolina más reducido y una conducción más fácil. La tracción trasera ha estado
relegada a automóviles de carácter deportivo.
Ford produce en la actualidad el Mustang, así como los Ford Crown Victoria y
Lincoln Town Car con tracción trasera. Estos dos últimos dejarán de producirse
a finales de 2011 lo que dejará a la compañía sin vehículos en esta categoría.
Pero analistas del sector señalaron que Ford necesita recuperar el terreno
perdido en el desarrollo de vehículos de tracción trasera para poder ser
competitiva a nivel mundial porque en mercados como China, Oriente Medio y en
ciertos segmentos norteamericanos, este tipo de automóviles son una necesidad.
Uno de los ejemplos es el Chrysler 300 que en los últimos años se ha convertido
en el mayor éxito comercial del tercer fabricante estadounidense.
General Motors también cuenta con vehículos de tracción trasera, como el
deportivo Corvette y el nuevo Pontiac G8, y está preparando más modelos sobre
la misma base.
Ford podría utilizar la futura plataforma de tracción trasera en un vehículo
deportivo basado en el prototipo Interceptor que Ford presentó en el Salón Internacional
del Automóvil de Norteamérica (NAIAS) en el 2007.