Ford admitió hoy que la ralentización
de la economía estadounidense está dificultando la recuperación de
sus operaciones en Norteamérica, pero reiteró que en el 2009 saldrá
de los números rojos.
"En el conjunto de la compañía esperamos cubrir gastos en el
2009, con el mantenimiento de los fuertes resultados en Europa y
Suramérica", afirmó hoy el consejero delegado de la automotriz, Alan
Mulally.
"Seguimos progresando con nuestro plan. Somos rentables y estamos
creciendo fuera de Norteamérica y nuestro plan de transformación en
Norteamérica está funcionando", apuntó.
Sin embargo, Ford reconoció que la profunda reestructuración
ejecutada en Estados Unidos hasta ahora, con la eliminación de
decenas de miles de puestos de trabajo y la reducción de los
salarios para nuevos empleados, no será suficiente.
"Para compensar el alza de las materias primas se necesitarán
nuevas reducciones en los costes", indicó la compañía.
Ford calcula ahora que la reestructuración le costará entre
14.000 y 16.000 millones de dólares para el periodo del 2007 al
2009.
La firma admitió que "esto es un empeoramiento comparado con
anteriores previsiones, pero sigue siendo mejor que la proyección
original de 17.000 millones de dólares".
"La dificultad que afecta todo el sector es la aceleración del
cambio de la demanda del consumidor de grandes camionetas y SUV a
autos más pequeños y 'cruzados', combinada con el acusado aumento en
los precios de las materias primas y la debilidad de la economía de
Estados Unidos", explicó Mulally.
Las declaraciones del directivo de Ford significan que a pesar de
la profunda reestructuración de las operaciones de Ford en
Norteamérica, la difícil situación económica de EE.UU. está
amenazando los esfuerzos del fabricante para revertir los más de
15.000 millones de dólares de pérdidas en los dos últimos años.
Ford rebajó la cifra de vehículos nuevos que se venderán este año
en Estados Unidos y la situó entre 15 y 15,4 millones de vehículos
nuevos, de los que unos 2,1 millones serán de la empresa.
"A menos que haya un rápido giro en las condiciones empresariales
en Estados Unidos, lo que no estamos anticipando, ahora parece que
tomará más tiempo del esperado alcanzar nuestro objetivo de
rentabilidad en Norteamérica" señaló Mulally.
Ante el empeoramiento del panorama en Estados Unidos, Ford
anunció que en lo que queda de año reducirá su producción de
camionetas en Norteamérica a la vez que aumentará la producción de
autos y "cruzados" CUV.
Para el segundo trimestre del año, Ford producirá 690.000
vehículos en Norteamérica, un 15 por ciento menos que hace un año.
En el tercer trimestre la producción será de entre 510.000 y 540.000
unidades, entre un 15 y un 20 por ciento menos que en el 2007.
Y en el cuarto trimestre, la producción se recortará entre un 2 y
un 8 por ciento, para situarse entre 590.000 y 630.000 unidades.
En total, Ford producirá en lo que queda de año entre 1.790.000 y
1.860.000 vehículos, entre un 10 y un 15 por ciento menos que en el
2007.
Ford mantuvo sus previsiones de reducir en 5.000 millones de
dólares al año -comparado con el 2005- los costes de las operaciones
automovilísticas en Norteamérica.
Pese a las dificultades, la empresa dijo que "la liquidez neta de
las operaciones del Automóvil de Ford sigue siendo sustancial. La
liquidez total -incluidas la líneas de crédito, la mayoría en
operaciones hasta el 15 de diciembre del 2011- era de 40.600
millones de dólares a fecha del 31 de marzo".
Para responder a la demanda de los consumidores estadounidenses,
Ford aumentará la producción de los modelos de mayores ventas, Ford
Focus, Fusion, Edge y Escape, Mercury Milan y Mariner y Lincoln MKZ
y MKX.
La compañía indicó que a finales de año presentará nuevas
versiones del Ford Fusion, Mercury Milan y Linconln MKZ, así como
versiones híbridas del Fusion y Milan.