El G1, primer móvil desarrollado
con el software Android de Google, ha dejado fríos a los expertos,
que opinan que el teléfono no está a la altura del iPhone de Apple o
la BlackBerry, aunque coinciden en que tiene potencial.
Google presentó ayer en Nueva York el teléfono (también conocido
como HTC Dream), que se pondrá a la venta el próximo 22 de octubre y
costará 179 dólares en EE.UU.
Las mayores críticas han ido para el diseño del aparato,
fabricado por la firma taiwanesa HTC y que se han enfocado en
algunas omisiones, como la falta de puerto para los auriculares (hay
que usar un adaptador) y la imposibilidad de sincronizarlo con el
ordenador.
El especialista Eric Zeman, del sitio en Internet
InformationWeek, lamentó que el G1 "parece barato", la calidad de la
cámara de tres megapíxeles es baja y es difícil acostumbrarse al
teclado, aunque celebró que al menos exista un teclado real y no
virtual, como el del iPhone.
El G1 es más grueso que el iPhone, debido a que el teclado está
bajo la pantalla táctil, es más pesado, pero estará disponible en
tres colores: blanco, negro y marrón.
Por otro lado, los analistas de la revista Wired lamentaron que
el teléfono no sea "tan abierto" como se esperaba, ya que T-Mobile,
operadora que ofrece el teléfono en exclusiva en EE.UU., no permite
las llamadas a través de sitios de telefonía por Internet.
Otros críticos han apuntado que el móvil es una perfecta
plataforma de acceso a las aplicaciones de Google como Google Maps o
Gmail, pero obliga a los usuarios a abrir una cuenta de Google si
quieren utilizar estos programas.
No obstante, todos los analistas han destacado que no hay que
subestimar a Android y mucho menos a su creador Google y creen que
en este sistema operativo se encuentra el verdadero potencial del
teléfono.
"Se trata del primer competidor real para el iPhone", valoró Walt
Mossberg, columnista de The Wall Street Journal y uno de los "gurús"
del sector tecnológico en EE.UU.
"Al igual que el iPhone, el G1 se convertirá posiblemente en una
nueva gran plataforma para software desarrollado por terceros",
añadió Mossberg en su blog.
El periodista se refirió así al llamado Android Market, la
respuesta de Google a la tienda de aplicaciones de Apple para el
iPhone y el iPod Touch.
Estas aplicaciones (de las que Apple ha distribuido más de cien
millones en poco más de dos meses) son programas a veces gratuitos
desarrollados por la propia compañía o programadores ajenos a ella y
que incorporan nuevos usos al teléfono.
"El G1 supone un prometedor comienzo y Google tiene suficiente
capital en los bolsillos para invertir y luchar con sus
competidores", dijo Geoff Blaber, de la consultora CCS Isight, a la
revista Wired.
Las miradas de los expertos están ahora puestas en qué otros
fabricantes decidirán lanzar teléfonos basados en Android y creen
que el éxito de esta plataforma va mucho más allá del G1, que tan
sólo es un primer producto.