Un mercado en expansión. Así se podría resumir en una frase la principal conclusión que salta a la vista al revisar la "Radiografía del mercado legal de libre competencia en Chile (2014-2022), trabajo desarrollado por el Centro de Competencia (CeCo) de la Universidad Adolfo Ibáñez. Esto, en un contexto en que estas temáticas han adquirido más relevancia para empresas, autoridades y la ciudadanía.
Entre los resultados del informe, los 13 estudios principales representan el 52,02% del total de patrocinios y poderes en causa contenciosas y no contenciosas, con FerradaNehme liderando con un aumento del 1,96 puntos porcentuales en su participación total en los últimos tres años, y Estudio Bravo experimentando una caída del 1,31 puntos.
FerradaNehme también fue el estudio más frecuente en causas ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), representando a las partes demandadas en 70 de 232 causas contenciosas y no contenciosas. Pellegrini & Rencoret, Carey & Cía. y Claro & Cía. (estos últimos en empate) le siguieron con 49 y 39 causas, respectivamente.
¿Pero qué reflexiones deja este análisis cuantitativo desde la mirada legal? Para el director del CeCo y ex Fiscal Nacional Económico entre 2010 y 2018, Felipe Irarrázabal, se ve un mercado bien activo en tanto por el lado de la autoridad como por el de los practicantes que tienen que enfrentar o negociar con la autoridad. "Creo que es una buena señal los niveles de actividad. Y no es algo tan usual en los últimos tiempos en el resto de los países en latinoamérica", asegura.
Según Irarrázabal, este nivel de actividad y la mantención del nivel de esta en parte se explica por una consolidación de la Fiscalía como un organismo técnico que incluso se ha mantenido a pesar de los tiempos o los gobiernos difíciles y quizás también por la existencia de un Tribunal, con la independencia que eso tiene.
En su reflexión, "eso en cierto sentido son buenas noticias mirándolo no solamente respecto a los practicantes o respecto a las autoridades, sino que como país quiere decir que se están discutiendo temas de libre competencia en forma muy activa". En esa línea, agrega que también son buenas noticias que exista una suerte de dispersión respecto a los que ofrecen servicios legales, porque eso significa que es un mercado que tiene ofertas distintas con perfiles variados.
Sebastián Cañas, egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y quien elaboró el informe, apunta a que esta expansión del mercado se ha reflejado en el aumento exponencial de la cantidad de causas en los últimos años. "Eso se observa en cierto dinamismo que hay en los grupos que se listan. Aparecen claros liderazgos, pero no existe nadie que cope el mercado y existen algunos estudios jurídicos grandes que fueron bajando en cierto porcentaje versus otros estudios nuevos que fueron surgiendo durante estos últimos tres años", puntualiza.
En la radiografía se advierte que hay una cierta agilidad en cuanto a los actores que pueden entrar y adquirir de paso un determinado protagonismo. Respecto de los 26 estudios que concentran el mayor porcentaje de patrocinios y/o poderes ante el TDLC, en el informe se señala que en su mayoría corresponden a estudios boutique (58%), y solo un 34% corresponde a estudios full service.
Irarrázabal es enfático: "No es un mercado cerrado y que los incumbentes son siempre los mismos. Y probablemente eso porque hay mucho de talento personal".
En cuanto al perfil de los abogados y si hay estudios que estén quitando espacio a otros, Cañas indica que "los estudios más grandes quizás se han ido especializando a ciertas áreas como puede ser las fusiones o puede ser representar a la parte requerida en casos de carteles, por ejemplo, pero eso no es algo que se vea como que haya un estudio que esté en todas partes copando todo. No de manera preocupante, en mi opinión".
Actividad que no se detendrá
En el informe, se advierte que las operaciones de concentración podrían ser una "subespecialidad" dentro del mercado de asesorías legales en libre competencia, ya que los tres estudios más presentes difieren entre las causas antes el TDLC y las operaciones de concentración, al igual que los abogados.
De hecho, la exautoridad destaca al ser consultado: "Creo que es una buena noticia que haya una suerte de segmentación o de subespecialidades, porque eso refleja un mercado de libre competencia maduro en el sentido que efectivamente se ha expandido".
Irarrázabal reitera que es un mercado activo y adelanta que es una tendencia que -a su juicio- continuará. Recuerda que los practicantes hace 15 años atrás probablemente tenían "varios sombreros" en cuanto a especialidad. En cambio, ahora se pueden ver abogados que han podido o tenido trabajo suficiente para concentrarse en temas de libre competencia.
"Eso es positivo porque disminuye los problemas de sinapsis que pueden existir en el entendimiento, por ejemplo, de un lenguaje común, de una metodología para hacer las cosas, de una forma de explicar y hace que los costos de transacción entre lo que la autoridad quiere ir y lo que los practicantes entienden que la autoridad quiere ir disminuyen, porque hay un mayor conocimiento de ambas partes y una mayor dedicación a esta especialidad por el lado de los practicantes", detalla.
Sobre el telón de fondo que sirve de contexto para esta radiografía, el exFiscal sostiene que "hay un primer approach que es qué tan activo y sano está el sector público, porque la demanda, desde el punto de vista económico, es justamente los niveles de actividad del sector público. Y creo que también la libre competencia ha tenido un desarrollo y un desplante en los últimos años importante y una consolidación, de manera que el mundo político entiende que esto es muy relevante. La gente de la calle también lo entiende".
Esto, añade, "también alimenta de alguna forma la conciencia por parte tanto de la autoridad como el mundo empresarial de que la libre competencia es una cuestión esencial en muchos de sus modelos de negocio. Entonces, tienen que ser especialmente cuidadosos".
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