Para Deborah Enix-Ross, abogada estadounidense y presidenta de la American Bar Association, el avance de las mujeres en la industria legal ha ido mejorando en los últimos años, pero recalcó que todavía no se iguala con la participación masculina en este rubro. “Estos 40 años de carrera no han sido fáciles, pero nunca he permitido que ser mujer me impidiese llegar donde estoy hoy en día, siempre he optado a que aquello no me defina”, afirmó Enix-Ross.
La abogada, en entrevista con Diario Financiero, sostuvo que durante su carrera profesional ha trabajado para eliminar los sesgos que existen hacia las mujeres, pero enfatizó que todavía falta un largo camino por recorrer. “Quiero seguir luchando por las mujeres abogadas que vienen detrás mío, para que no tengan que vivir lo que me tocó enfrentar”, manifestó.
Su larga trayectoria la ha convertido en una importante figura femenina en la industria legal, lo que la ha llevado a participar en distintos seminarios y conversatorios alrededor del mundo donde ha masificado su potente mensaje. Incluso, hace algunas semanas Deborah Enix-Ross aterrizó en Chile y participó en un seminario organizado por Carey Abogados y la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibánez en donde se abarcó la diversidad e inclusión en el rubro jurídico.
“Quiero seguir luchando por las mujeres abogadas que vienen detrás mío, para que no tengan que vivir lo que me tocó enfrentar”, dijo la abogada Deborah Enix-Ross, quien preside la American Bar Association.
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- En términos de igualdad de género la abogacía ha sido una de las carreras más rezagadas ¿Cómo ve el panorama en la región?
- Es un problema que existe. La abogacía no es tan diversa como otras profesiones, pero creo que también deberíamos reconocer que se han hecho grandes avances, y no sólo en Estados Unidos, sino que, por lo que he visto en mis viajes, en todo el mundo ha habido mejoras. También existe un deseo grande de seguir mejorando, lo cual es importante. Es necesario decir que la razón por la que queremos tener más diversidad en nuestra profesión es que inspirará confianza a nuestros ciudadanos. Para mí es crucial poder tener eso como indicador.
Aparte, creo que hay tres situaciones distintas. La primera es atraer a las mujeres a la profesión, la segunda es la promoción a puestos de autoridad, y la tercera es retener a las mujeres para que no abandonen la carrera. Respecto al primer punto hemos visto, al menos en Estados Unidos y creo que también en Chile, que ha aumentado el número de mujeres que se matriculan en las facultades de derecho y eso es muy importante. Pero también significa que, en mi opinión, tenemos que llegar incluso antes de la facultad, llegar a las escuelas. El segundo punto, hay cosas que estamos haciendo dentro de la profesión legal y de nuestra estructura que inhiben a las mujeres y su capacidad de avanzar. No estoy diciendo que las mujeres vayan a tener automáticamente todas las respuestas, pero creo que esa es la belleza de la diversidad, cuando tienes gente de diferentes orígenes tienden a obtener mejores soluciones porque pueden estar pensando de manera diferente a lo que los demás han estado haciendo todo el tiempo. Por último, el tercer punto habla de que las mujeres tras un periodo de tiempo, de entre seis u ocho años, terminan abandonando la profesión. Es clave tener conversaciones con ellas antes de que lleguen a tomar esa decisión, creo que sería conveniente que la alta dirección pensara en ese tipo de objetivo.
- Mencionó que existe un deseo en la industria legal de mejorar en la paridad, ¿esto también se siente en los grandes estudios?
- Sí, por varias razones. No creo que nadie se alegre cuando alguien que se ha formado para ser abogado y ha elegido tu estudio, decide marcharse. Nadie quiere verlos salir por la puerta. Así que creo que la dirección de los bufetes de abogados está pensando realmente en qué pueden hacer para asegurarse de que están atrayendo, en primer lugar, y reteniendo a talentos maravillosos.
- Hoy parece que algunos estudios de abogados, más allá de una verdadera convicción, le dan espacios a mujeres porque se ven obligados a ello. ¿Cómo se podría cambiar este enfoque?
- Las mujeres deben tener un espacio no porque te obliguen, porque son buenas y pueden hacer el trabajo igual que tú. No se trata de decir que debo reservar un puesto para una mujer, eso no tiene ningún sentido y al final no le hace ningún servicio a ese abogado, a ese bufete o a esos clientes. Lo que nosotros estamos diciendo es que a las mujeres no se les debería negar puestos por el hecho de ser mujeres, porque hay obstáculos que se les han puesto y que les afectan por su género.
- ¿Cree que en algún momento los grandes estudios tendrán paridad de género en los puestos de socios?
- Creo que es algo que no ocurrirá en los próximos años. Pero si empezamos a pensar en el número de mujeres que entran y salen de las facultades de derecho, y la cantidad que está entrando a los estudios, vamos por un buen camino. Lo que intentamos es que haya paridad y que todos tengan la oportunidad de crecer y prosperar de la mejor manera posible. Y eso no significa que se lo quitemos a nadie, no le queremos quitar a los hombres sus puestos, queremos que haya un espacio para las mujeres.
- ¿Qué estrategias han funcionado en los estudios para impulsar la equidad de género?
- En varios países del mundo hay un enfoque renovado y reforzado en la diversidad en todas sus formas, y la diversidad significa cosas diferentes dependiendo de donde usted está sentado. Es esencial centrarse en planes de diversidad específicos para cada jurisdicción, ya sea en la selección de personal o en el proceso de selección, y asegurarse de que se eliminan las barreras específicas o inconscientes que afectan a la capacidad de las mujeres para sobresalir en las empresas, esa ha sido la clave del éxito. Además es necesario que las propias mujeres no caigan en la negatividad, no podemos decir que no hemos progresado, porque esto sí ha ocurrido.
-¿Cómo deben enfrentar las abogadas el inicio de su carrera profesional?
- En primer lugar deberían partir con la idea de que es una carrera que va a durar décadas. Además, tienen que tener claro que nosotras llevamos nuestras habilidades que hemos aprendido como abogadas dondequiera que vayamos. Tanto si nos incorporamos a un estudio como si nos vamos para crear nuestra propia empresa. Así que les diría a las jóvenes abogadas que no se dejen llevar por la idea de que sólo hay un camino. Cada una tiene el poder de escribir su propio camino. Y el éxito no se basa en mi definición, o lo que opina la persona de al lado, es lo que a ti te parece exitoso. Si tienes eso en mente creo que tomarás mejores decisiones porque no estarás mirando a tu izquierda y a tu derecha diciendo: "Dios mío, ella está haciendo esto, entonces necesito estar a este nivel". Ciertamente hay un crecimiento que deberías estar logrando, pero ¿quién va a decir cuándo y cómo? Si tienes eso en cuenta, disfrutarás de tu carrera y será larga y fructífera.
- ¿Con qué dificultades se topan generalmente las abogadas?
- Tal vez el sesgo, ya sea consciente o inconsciente. Estaba hablando con una joven abogada que no pertenece a mi bufete, pero soy su mentora. Ella está embarazada y de a poco se empezó a dar cuenta que estaba cada día más rezagada en su estudio. Ella cree que la razón por la que ha sido apartada es por su embarazo, porque su trabajo no había sido criticado de ninguna manera hasta ese momento. Este ejemplo es una ilustración de una especie de sesgo inconsciente, inconsciente porque la suposición es, bueno, ella está embarazada. Es perjudicial asumir que ella no va a ser capaz de trabajar por querer ser madre. Entonces se trata de encontrar el equilibrio entre lo que es mejor para el cliente, lo que es mejor para el equipo y lo que es mejor para la abogada en cuestión, porque no debería ser penalizada por estar embarazada. Así que ahí es donde creo que todavía tenemos un camino por recorrer.
- ¿Qué consejo le daría a las nuevas generaciones?
- El mejor consejo que puedo dar es que deben asegurarse de seguir perfeccionando sus destrezas y que no dejen de buscar oportunidades. Siempre debes recordar que eres tú quien está a cargo de tu camino, nadie más es responsable de que te sientas satisfecho con el trabajo que haces. Cada uno es responsable de tener carreras maravillosas en Derecho y hacer y marcar una gran diferencia en la sociedad.
- Usted lleva 40 años en esta profesión, y mencionó que el cambio ha sido lento. ¿Cómo lo ve hacia el futuro? ¿Cree que va a ser más rápido que estas últimas décadas?
- La profesión jurídica no es conocida por ser radical. Hemos cambiado, pero es lento y gradual. Nadie quiere esperar 40 años para ver paridad, pero creo que no van a ser 40 años, porque si nos fijamos en la cantidad de cambios que hemos visto en la última década, eso me hace saber que estamos en una buena trayectoria, pero no va a ser en un año o dos. Y eso puede ser frustrante, especialmente en una sociedad en la que estamos acostumbrados a lo instantáneo, esto debido especialmente a Instagram y TikTok, aplicaciones rápidas. Nosotros queremos que todo sea instantáneo, pero algunas cosas simplemente no lo son. Pero yo soy lo que se llama una persona optimista o del vaso medio lleno, creo que vamos por un excelente camino.
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