Planificación sobre la marcha en un escenario impredecible, flexibilidad de horarios, preocupación permanente por los desplazamientos de los colaboradores con soluciones logísticas, intenso teletrabajo y generación de instancias internas para acoger las inquietudes, permitir la contención emocional y abrir el diálogo.
Estas han sido las acciones que han marcado a los estudios de abogados en estos 46 días de crisis social que han puesto a prueba las capacidades de los equipos, el compromiso de quienes desempeñan las diferentes funciones y el liderazgo interno.
La resiliencia no sólo ha sido la clave para mantener el desempeño profesional de cara a los clientes, sino que además ha posibilitado desarrollar una activa participación en un tema decisivo que emergió en estas semanas: el proceso constituyente, asunto que toca directamente a los abogados y que han abordado con un intenso debate. De estos y otras consecuencias del cuadro social y político que enfrenta el país para el mundo legal dan testimonio representantes de cinco importantes estudios legales.
La reorganización
Los trastornos en los sistemas de transporte y los episodios de violencia en sectores de Santiago impusieron un desafío inmediato.
"Desde el primer día de la crisis se les ha dado a todas las personas flexibilidad en su horario de salida si viven en zonas de riesgo o deben atravesar por partes complejas de la ciudad, e implementamos un servicio de mini vans que llevan a nuestros trabajadores que viven en La Florida, Puente Alto y Quilicura, zonas que han sido especialmente afectadas por los ataques al Metro", explica Jaime Carey, socio de Carey, en relación a las gestiones que fueron ampliamente compartidas por sus pares del sector.
"La seguridad de cada uno de nuestros miembros ha sido la prioridad, y Recursos Humanos monitorea día a día la situación, entrega información oportuna y se han adaptado los horarios de trabajo a la realidad y necesidades de cada persona", agrega Marcelo Armas, Co-Chair de PPU, sobre los cambios que fue indispensable asumir a partir de una activa comunicación con todos los integrantes.
Es así que en función de las complejidades de cada caso, el socio director de Baker McKenzie, Antonio Ortúzar, indicó que "entregamos la libertad de decidir no venir a la oficina y trabajar desde sus casas en la medida de lo posible, implementamos home office para las personas que por la naturaleza de su trabajo lo permitiera, y monitoreamos de manera personal la situación específica de todos y cada uno de los miembros".
En efecto, el cambio en las modalidades de trabajo fue la tónica a nivel de la industria, como explica la psicóloga Macarena Álvarez, directora de RRHH de Alessandri: "Generamos flexibilidad absoluta en los horarios, viendo las necesidades de cada uno y muchos adelantaron su llegada y salida; el teletrabajo se extendió a todas las personas del estudio –con algunas que lo practican dos o tres veces a la semana ya que sus tiempos de traslado se han visto complicados-, y generamos un chat de contingencia en WhatsApp para informar la adopción de medidas".
En este escenario, el socio de Guerrero Olivos, Juan Enrique Allard, valora el hecho de que la crisis permitió constatar el "enorme nivel de compromiso de la gente con la oficina y la disposición a prestar servicios a los clientes de la mejor forma", y que la contingencia implicó el desafío de "ser más creativos en cuanto a la forma como se estructura el sistema de trabajo y que, eventualmente, se pueden encontrar más eficiencias pese a los horarios limitados e, incluso, intermitentes".
Esto, sumado a "los medios tecnológicos, como es el caso de nuestro sistema que nos permite estar conectados permanentemente a la oficina con acceso a todos nuestros documentos las 24 horas desde cualquier parte del mundo, facilitó que se pudiera mantener un nivel de servicios al cliente totalmente normal".
En este mismo aspecto, Ortúzar destaca la ventaja que implicó en esta coyuntura la implementación del sistema "bAgile", que entrega las herramientas tecnológicas necesarias para la flexibilidad laboral, y que la firma viene aplicando desde principios de este año.
Mantener la operación en estas semanas de estallido social ha requerido un despliegue extra de liderazgo organizacional, habilidades blandas y comunicación interna.
"Hemos implementado grupos de apoyo para enfrentar la crisis con nuestra psicóloga interna, para que nuestros colaboradores que se sienten más afectados puedan conversar sus problemas y preocupaciones, y así evaluar cómo los podemos ayudar mejor", detalla Carey.
Macarena Álvarez recuerda que el estamento más afectado en estos días por los trastornos en la movilización ha sido el personal del área administrativa, para quienes "hemos hecho un trabajo minucioso de reunirnos una vez por semana, o cada 10 días, para saber cómo se han sentido, sus dificultades y compartir sus experiencias, conversaciones cuyo principal objetivo es la contención emocional, y por ahora se ha logrado controlar la emoción y angustia, al menos a nivel laboral, transmitiendo tranquilidad y apoyo". Agregó que esta labor forma parte de las acciones que monitorea un comité de crisis integrado por tres directivos del estudio.
Debate constituyente
El cuadro social y político ha interpelado a los abogados, especialmente tras el acuerdo en el Congreso que inició el proceso para redactar una nueva Constitución.
"De manera espontánea, un grupo de asociadas senior se organizaron para tener una instancia de conversación respecto de los orígenes del movimiento social, la crisis y la forma en que desde la sociedad civil se puede ser un aporte para la solución, tratando también temas en materia de la institucionalidad, dentro de lo cual el próximo tema de la agenda es el Proceso Constituyente, que abordamos en conversatorios abiertos a quienes quieran participar", indica Armas.
En Carey también están impulsando un ciclo de charlas quincenal con políticos, psicólogos sociales, cientistas políticos, economistas, constitucionalistas y otros, para que así sus colaboradores tengan acceso a información y a oradores de distintos backgrounds para enfrentar mejor informados la coyuntura actual.
Junto con compartir la iniciativa que en general han llevado adelante los estudios de abogados por debatir internamente el próximo escenario institucional, Juan Enrique Allard detalla que Guerrero Olivos ha desarrollado dentro de su área pro bono un programa de charlas en derecho constitucional para "democratizar la información legal", iniciativa que está dirigida a organizaciones sociales y juntas de vecinos.
En este mismo marco, la oficina implementó un programa de apoyo a las PYME en proceso de reorganización dedicado al suministro de productos y útiles de oficina "dada su incapacidad de cumplir compromisos por la baja en la actividad como consecuencia de lo ocurrido en los últimas semanas".
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