Energía

Rosenblut: “Requerimos una energía que permita recuperarnos, porque Perú y Colombia están aprovechando nuestra ralentización energética”

Para Jorge Rosenblut Chile está frente a un momento histórico único para dar el salto y donde la energía es clave para lograrlo. “Una ventana que se abre en pocas oportunidades y que, no podemos desaprovechar”.

Por: Por Sandra Burgos | Publicado: Sábado 8 de diciembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Hace sólo 4 días uno de los proyectos estrellas de Endesa, Punta Alcalde, fue aprobado con condiciones por el Comité de Ministros. El presidente de Endesa, Jorge Rosenblut, se toma la decisión con calma: “En nuestro Grupo no hay sensación de triunfalismo, sino que de serenidad al comprobar que el sistema institucional funciona”, comenta en entrevista con Diario Financiero. Sabe que esta es una batalla que no está ganada, que se pueden abrir otras instancias que sigan paralizando el inicio de las obras. De hecho, la comunidad de Huasco, ha anunciado que irá a la Suprema.

Pese a ello, Rosenblut siente que hay un tema no menor en juego en el pronunciamiento del Comité de Ministros, “dicha decisión es una muestra de que la institucionalidad ambiental funciona”. Pero también una señal de que el mensaje que él ha entregado en reuniones con autoridades y el poder legislativo así como en los encuentros empresariales, están generando conciencia de que Chile está en un momento clave de su crecimiento y que sin energía no podrá seguir avanzando.

Rosenblut habla de la importancia que tiene el desarrollo de proyectos energéticos no sólo en términos cuantitativos, sino cualitativos, “necesitamos de una energía competitiva, abundante, limpia y local”, explica con lo que él ha acuñado como la fórmula E=CAL2. “Ese es un atributo competitivo para el país, una energía que nos permita recuperarnos, porque Perú y Colombia están aprovechando nuestra ralentización energética”, sentencia.



Punta Alcalde


-¿Qué le parece la aprobación de la central Punta Alcalde? Existen críticas al hecho de que se revierta la decisión de rechazar el proyecto que había adoptado la autoridad regional.


-Lo primero que quiero señalar es que esta decisión es una muestra de que en Chile la institucionalidad ambiental funciona. Lo señalaba Marcela Cubillos en su exposición en Enade: Chile tiene instituciones de calidad, que sin duda son perfectibles, pero que funcionan. Si algunos detractores creen que la institucionalidad sólo funciona cuando se rechaza un proyecto, si creen que el sistema está politizado están en un profundo error.

En mi opinión, en el caso de Punta Alcalde el sistema contemplaba una instancia de reclamación ante el Comité de Ministros, ante el cual hicimos nuestra apelación. No sólo presentamos nuevas mitigaciones, sino que también nos comprometimos a mejorar la calidad del aire de Huasco. Se mejorarán las condiciones que existen actualmente en la zona con la incorporación de un precipitador electroestático en una de las chimeneas de CAP. Y si bien esta solución tiene un costo económico importante para nosotros, la asumimos porque entendemos el deseo de Huasco de mejorar su calidad del aire.

Punta Alcalde es un proyecto que adoptará los más altos estándares en tecnología, eficiencia y compromiso ambiental, a nivel nunca antes vistos en Chile, y además será una de las centrales más eficientes del sistema eléctrico, con una capacidad de generación equivalente al 12% de la demanda eléctrica actual del Sistema Interconectado Central (SIC), aportando seguridad energética al país y una disminución de los costos marginales lo que redundará en una reducción de precios para todos los consumidores el Sistema Interconectado Central.

-¿No temen que le pase lo mismo que Castilla y que los tribunales echen abajo el proyecto?


-Tenemos un buen proyecto, que aportará seguridad al sistema eléctrico, y que la autoridad ambiental ha considerado que cumple con las condiciones necesarias para ser aprobado. Sabemos que uno de los caminos que podrían tomarse a partir de esa decisión de la autoridad es que los opositores al proyecto recurran a la vía judicial. Ahora, cada proyecto es distinto y tiene sus propias particularidades, no son comparables entre sí. Estamos seguros que Punta Alcalde se trata de un proyecto con los más altos estándares de cuidado ambiental y así lo sostendremos en todas las instancias que se requiera.

-¿Internamente, la aprobación del Comité de Ministros lo sienten como un triunfo?


-En nuestro Grupo no hay sensación de triunfalismo, sino que de serenidad al comprobar que el sistema institucional funciona. Como ya se lo señalé antes, la ley ambiental, en general, y el fallo de la Corte Suprema en el caso de una central térmica en la zona, en particular, señalan explícitamente que el desarrollo de proyectos de inversión en el país contempla que existan impactos ambientales. Lo importante es que ese impacto sea dentro de lo que las leyes y reglamentos permiten y que además se generen las mitigaciones que corresponda para atenuarlos. Si no tenemos claro esto, no habrá desarrollo, ni energía, ni infraestructura, ni minería.

Por lo tanto, creo que ha llegado el momento de que así como escuchamos la voz de algunos detractores, también escuchemos a la gente que cree en el desarrollo y entiende que este requiere energía, mucha energía y que esta se puede desarrollar con armonía y respeto con el medioambiente.



La crisis energética


-¿Qué pasó en Chile, en qué minuto el tema energético se nos escapó de las manos?


-Es muy temprano para hacer diagnósticos históricos. De lo que sí me doy cuenta es que a fines de los noventa y a principios del 2000 teníamos una infraestructura de transmisión con holgura. Pero pasaron cosas: nos sorprendió a todos el rápido y sostenido crecimiento del país y su correlación con la generación de energía, con lo cual se fueron copando esas holguras. Lo segundo, es que hoy día no hay gente que esté preocupada de donde sale la necesaria oferta energética, aduciendo problemas ambientales ante proyectos que cumplen con la legislación y los reglamentos.

-Y ambos fenómenos persisten…


-Lo importante es que ya hay acuerdo y si hay algo positivo de la reunión promovida por el ministro de Economía sobre la Cumbre de Pro-inversión, es que hoy día hay una claridad de que no hay crecimiento sin energía, sin mucha energía, y que esa disponibilidad está en discusión. A mí que me toca hablar con parlamentarios, el poder ejecutivo y me doy cuenta que hay un diagnóstico compartido sobre eso.

-Qué consecuencias puede tener ese desacoplamiento de la oferta y la demanda de energía?


-Si Chile en los próximos doce años sigue creciendo al 5 o 6% puede convertirse en un país con un PIB per cápita de US$ 32 mil tranquilamente y eso no es como estar en el borde del desarrollo, eso es ser un miembro pleno. Ya es una economía equivalente a las importantes de Europa antes de la crisis de 2008. Pero esto no ocurre si tú no aumentas el consumo eléctrico anual desde 3.500 a 6.500-6.400 que es lo que consumen estos países. Esto solo ocurre si aumentas los 17 mil megavatios que hay hoy día a 29 mil en doce años, de manera que esa energía eléctrica sea un habilitador indispensable de un crecimiento que nos lleve al primer mundo, esa es la situación que está en discusión.

En resumen, necesitamos lo que yo he denominado E=CAL2, una energía para Chile que sea competitiva, abundante, limpia y local. Ese es un atributo competitivo para el país, de una energía que nos permita recuperarnos, porque Perú y Colombia están aprovechando nuestra ralentización.

-¿Estamos en una encrucijada del crecimiento?


-Chile ha hecho cambios estructurales, tuvo la visión de integrar la Alianza del Pacífico, que es la primera alianza programática, ya que todas las anteriores tienen un fenómeno político detrás, que es un eje (Chile, Colombia, Perú y México) con 200 millones de personas, con un PIB que supera los 2 trillones de dólares (2 mil millones americanos), que miran un continente asiático vibrante, que está creciendo vigorosamente y donde, francamente, la separación marítima entre esos dos bloques ya desapareció.

Nuestros competidores, básicamente Perú y Colombia, están aprovechando con mucha fuerza esta oportunidad, lo que puede tener implicancias.

-¿De qué tipo?


-Hoy día la componente más limpia de nuestra matriz energética, que es la hidroelectricidad, corresponde al 31%. Resulta que si te vas a Perú y Colombia es 55% y 85%. Si yo a esto le sumo el gas natural, Chile sube de 31% a 49%, pero nuestros competidores amigos tienen 95% y 98% de una matriz más limpia. Esto pega a la huella de carbono de nuestras exportaciones, en cómo nos ven, como un país que respete los protocolos internacionales en materia de medio ambiente…


"Veo un mediano plazo positivo, con proyectos de ley que se aprobarán"

-¿Qué pasa si no se toman medidas y nos quedamos con la situación actual?
-Creo que hay varios fenómenos que me hacen pensar positivamente. Y voy a importar el primero de Estados Unidos. En las recientes elecciones presidenciales hubo un tema en el cual, con matices, ambos candidatos estaban de acuerdo: en que Estados Unidos requiere ser independiente en materia energética. Tengo la sensación de que hoy día cuando escucho a los parlamentarios y líderes de opinión de ambos lados, están empezando a tener conciencia. Y eso se nota en que algunos movimientos de protesta este año ya no están logrando la atracción que lograban hace un año y medio y es porque la gente se está dando cuenta que no es uno, dos o tres grupos empresariales tratando de arbitrar una situación.

-¿De verdad ha notado un cambio?
-Empiezo a darme cuenta de que el debate es menos militante, en cuanto a concesiones más extremas. En ese sentido también hay una cita, en el fallo de la Tercera Sala (en el marco del fallo de Castilla) que en el fragor de la discusión se nos pasó, dice: "No se busca que la actividad de los particulares quede en estándares de riesgo cero, sino que como primera medida los riesgos advertidos sean considerados y se adopten respecto de ellos las medidas pertinentes. Se deben de evaluar riesgos y mitigaciones para llegar a una decisión personal conforme a la cual los peligros e inseguridades sean minimizados con medidas efectivas". Este fallo repite lo que está en la ley, que dice que los impactos ambientales siempre existen pero que lo que importa es que estén dentro de lo que la ley permite y, luego están las acciones mitigadoras. Siento que eso se está empezando a decantar, veo un mediano plazo positivo, que proyectos de ley se van a aprobar, lo que falta es clarificar un par de decisiones y tengo la impresión de que en los próximos doce meses el ejecutivo y el poder legislativo están con ganas de "entrar a picar". Hay un cambio y, de alguna manera, el proyecto del que hablábamos antes (Castilla) nos puso en revisión a empresarios, parlamentarios, a las instituciones....

-El colbunazo, ¿ayudó en esta toma de conciencia de la que habla?
-No me corresponde hablar de las decisiones de otras empresas. De lo que sí puedo hablar es de que el sector privado para su desarrollo requiere dos pilares centrales: previsibilidad (saber que el futuro luce como el presente respecto del tema legal) y después los derechos de propiedad, de que la estabilidad de las leyes y de propiedad te permiten proyectarte a 20 años. Todos estos desarrollos son hechos por empresas grandes que piden recursos que son de terceros y el financista lo que mira son estos dos aspectos. Asimismo, está el rol de las ONGs. Chile es un país que tiene una demanda interna de crecer y de convertirse en un país desarrollado y, por lo tanto, ya no se acepta que se diga no, porque no, sino que se diga ¿y qué hacemos?

-Pero este cambio que usted percibe se genera justo en un año de elecciones y donde el tema energético se va a convertir en un componente importante de las campañas
-Por eso cito el caso americano. Se puede discutir más o menos educación, salud, infraestructura... Lo que no se puede discutir es que necesitamos mucha energía. El Parlamento, el ejecutivo, tienen mucho que decir y, de hecho, ya lo están haciendo. Duplicar la capacidad de transmisión del país (SIC) representaría una inversión cercana a US$ 6.000 millones. Con la carretera eléctrica se logra robustecer la red, mejorar la seguridad del sistema, aumentar la competencia, y disminuir los costos de la cuenta de la luz. Esos son buenos objetivos para una política pública ¿no? Hacer esto va a ser una tarea titánica, pero no podemos fallar a un país vibrante. Alguien señalaba el otro día como algo negativo que gran parte de los proyectos hidroeléctricos podrían terminar sirviendo a la minería, como si fuera algo negativo. Yo no tengo negocios mineros, pero el 16% del PIB de Chile viene de la minería, son US$ 40 mil millones que quedan, ¡con qué honor me gustaría que un megavatio nuestro llegara a la minería para hacerla más competitiva en el foro internacional! Creo que esto no se ha dicho anteriormente, pero digo con mucha honra que se haga la unión entre el SING y el SIC si nos va a permitir tener una industria minera de la cual Codelco es un gigantesco exponente.

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