Para esta semana se espera que esté listo el fallo de la Corte Suprema respecto de los recursos de protección en contra de Hidroaysén. A mediados de abril, la misma Tercera Sala debería entregar su veredicto por el recurso de reclamación que Lan Airlines interpuso en contra de tres de las catorce medidas que le impuso el Tribunal de la Libre Competencia para aprobar su fusión con TAM.
Pero la sala seguirá siendo el foco de atención del mercado. Hasta ahí llegaron los recursos de Castilla, de la minera El Morro y sólo hace unos días, dos recursos en contra de Energía Austral, el proyecto de Xtrata, que sería el posible vecino de Hidroaysén.
En total son unos US$ 18.400 millones en inversión, unos 7,1 puntos del PIB, los que se juegan su futuro en la sala. En algunas de las compañías, especialmente las que serán falladas por Muñoz, hay preocupación.
El perfil de los ministros
El primero en fallar será el antiguo presidente de la sala, Héctor Carreño, quien definirá en el caso LAN Airlines y en el polémico proyecto Hidroaysén.
Abogados de la plaza lo califican como un juez estudioso, impenetrable en su modo de pensar, sin poder determinar por dónde vendría su decisión.
En tanto, el ministro Sergio Muñoz, quien fue juez del caso Spiniak y el caso de Tucapel Jiménez, asumió como presidente de la sala. Es visto como brillante, de gran conocimiento, muy estudioso y meticuloso en los casos. Un juez muy superior a la media, dicen en la plaza.
Prueba de ello es que es el ministro que ha llegado más joven a la Suprema, con 49 años. Muchos creen que es probable que en el futuro podría llegar a ser presidente de la Corte Suprema.
Cuando ha sido el voto de minoría se encarga de redactar su argumento, el que siempre es muy fundado, señalan. En tribunales dicen que a Muñoz no le importan los efectos colaterales de su decisión, pues para llegar a ella se informa y estudia mucho.
Muñoz, que deberá fallar en las causas de Castilla, El Morro y Energía Austral, es visto como un ministro influyente, con pocos votos disidentes, es además, de acucioso análisis y metódico, pues lee el expediente completo, incluyendo los anexos, para hacerse su propia opinión, sin dejarse influenciar, explican.
Causas medioambientales
Por otro lado, sobre casos medioambientales, el juez Héctor Carreño es recordado por el caso “Los Alerces de Puelo”, en el que reconoció que se debía pagar al Estado una indemnización por daño medioambiental, incluso cuando no es propietario del predio.
Muñoz, en tanto, es recordado por el caso de la Celulosa Itata, que es estudiado en las universidades incluso, en el que fue más allá de las exigencias de la Corema, y pidió que los riles emitidos por la compañía desembocaran en el mar y no en el río.