Luego del masivo corte de energía que afectó a gran parte del país, varias autoridades han afirmado que la recuperación del suministro se extendió mucho más de lo que debería, y han apuntado a una responsabilidad conjunta del sistema ante la demora en la reposición del servicio.
Los afectados: un 90% del territorio nacional; tanto personas como empresas, sobre todo los clientes que consumen mayor cantidad de energía, los clientes no regulados o libres -entre los cuales se encuentran mineras, empresas de la agroindustria, Metro, EFE-, quienes representan el 60% del consumo eléctrico nacional.
En conversación con DF, el director ejecutivo de la Asociación Gremial de Cliente Eléctricos No Regulados (Acenor), Javier Bustos, destacó que “el impacto del blackout ha sido muy profundo”.
“Nosotros estamos estimando que el impacto de este suceso será proporcional, probablemente, a un día de pérdida completa de producción”, sostuvo el director ejecutivo de Acenor.
Dicho esto, enfatizó que el apagón “de todas maneras va a tener un impacto en la productividad y en la producción de los sectores que son intensivos en el uso eléctrico”.
- ¿Cómo afectó el corte de energía a la actividad productiva del país?
- Lo vamos a ver seguramente cuando se calcule el Imacec de febrero. No obstante, nosotros estamos estimando que el impacto de este suceso será proporcional, probablemente, a un día de pérdida completa de producción.
- ¿De cuánto serían las pérdidas aproximadamente?
- No tenemos una estimación todavía, pero sí creemos que va a ser importante el efecto que va a tener en la productividad. Porque también hay que tener en cuenta que una cosa es todo esto que hace perder un día de trabajo, sino también el hecho de que hay que ver si en esa línea también existe un impacto y va a requerir inversiones, repuestos o mantenimiento, efectos que todavía se están analizando para determinar cuánto realmente va a terminar siendo el costo de este episodio.
- ¿Cómo se puede compensar a los clientes?
- La normativa eléctrica sí establece compensaciones cuando hay fallas en transmisión y en generación, que son distintas de las fallas en distribución, como las que tuvimos en el invierno en la zona metropolitana. Cuando hay fallas en lo que viene a ser como la parte mayorista, hay una compensación por toda la energía que no se suministra al cliente, ya sea regulado o libre. Esa compensación es igual al valor de la energía no suministrada multiplicado por 15 veces.
No obstante, primero se debe investigar la falla. Sabemos que la falla habría sido en una línea de transmisión, por lo tanto, la empresa propietaria de la línea de transmisión le entrega los antecedentes al Coordinador Eléctrico Nacional y este tiene que hacer un informe o una evaluación de la misma y ahí determinar los responsables ; y con ese informe técnico, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) dice si corresponden compensaciones o no, quién las paga y quienes las reciben. Este es un informe que toma entre uno o dos meses. Así que todavía no tenemos claridad de cuánto es lo que se va a compensar, ni quienes deberían de pagarlo, ni cuánta energía no suministrada se va a compensar.
Creo que no vale la pena pronunciarse sobre quiénes serían los responsables porque falta la investigación. Puede ser que salgan muchas empresas que en distintas etapas del proceso -e incluso también el Coordinador- puedan tener responsabilidad en la pérdida de energía para el sistema. Probablemente hay muchos actores involucrados y es bueno saber cuál era la responsabilidad de cada uno y dónde se podría mejorar, porque no podemos estar suponiendo que en cualquier momento puede haber una falla que se propague al resto del sistema, como pasó esta vez.
- Si hubiera existido la línea Kimal-lo Aguirre ¿hubiéramos evitado el apagón?
- No necesariamente, porque esto es producto de una falla que hizo como un dominó de piezas que hizo que se cayera todo el sistema. Entonces, aún si hubiera tenido otra línea, probablemente esa línea también se hubiera desestabilizado porque no es que las líneas funcionen separadamente, sino que son parte de un mismo sistema. Y también hay que pensar que esa línea nunca ha estado pensada para que opere el 2025, es una línea que está pensada siempre para operar a fines de esta década y pensada, obviamente, en otras razones que tiene la transmisión, como es el aprovechar recursos renovables para abastecer la demanda. No es una línea pensada para evitar este tipo de fallas. Nosotros creemos que el foco debe estar en una buena investigación y en una buena auditoría de la operación del sistema para ver qué falló. Porque si los planes de contingencia fallaron, si los planes de reposición fallaron, aún si hubiéramos tenido más infraestructura de transmisión, hubiéramos tenido el mismo problema.
- ¿Cómo ven los clientes libres lo ocurrido?
- Esto generó una falta de confianza que no estaba. Hay una sensación de un sistema eléctrico que no es lo suficientemente confiable, porque efectivamente cuando uno habla con los expertos, este es el tipo de eventos que no deberían de haber ocurrido. Aquí no había un evento climático, no había una contingencia particular, no es un día del año donde haya un exceso de demanda, por lo tanto, bajo esas condiciones, que haya habido una desconexión completa, es lo que llama tanto la atención. Si este tipo de eventos generan estos impactos, naturalmente las empresas van a empezar a ver qué alternativas tienen, si es estar conectado al sistema o empezar a autoproducir.