Una caída de tres posiciones registró Chile en el Ranking de Países más Atractivos para la Inversión en Energías Renovables (Recai, su sigla en inglés) que es publicado dos veces al año por EY. De esta forma, Chile quedó en el lugar 17, respecto del 14 que ocupaba en la primera parte del año.

Estados Unidos y China siguen liderando el índice, seguidos de Alemania, que desplazó a Reino Unido del tercer lugar.

Sobre el país, el estudio –que se aplica desde 2003– destaca los importantes avances que ha tenido en la transición energética, la que a juicio del documento se ha visto favorecida por el desarrollo de un innovador proceso de subasta para los proveedores de electricidad que les permite ofertar por contratos en cuatro bloques de suministro. 

Se indica que el mayor desafío que tiene el país es llevar la energía desde donde se produce, principalmente en el norte y sur de Chile, hasta el centro. “Como Chile tiene 4.300 millas de largo, pero solo un promedio de 175 millas de ancho, este es un obstáculo considerable. Un importante proyecto de interconexión unió el norte y el centro en 2017, pero el Coordinador Eléctrico Nacional estima que se deben gastar otros US$ 3.200 millones en proyectos de transmisión para 2025”.

Acciona: “Las energías renovables han sido exitosas en Chile, pero para no morir de éxito hay que sumar líneas de transmisión”

En el análisis además se sostiene que Chile tiene grandes desafíos como sacar de operación las plantas a carbón al 2040 y la aprobación de la regulación de los sistemas de almacenamiento independientes para compensar el déficit de transmisión ha demorado más de lo esperado (al momento del estudio no había salido del Congreso). Se agrega que se tiene que resolver los mecanismos de asignación de precios para que el mercado vuelva a invertir. Las fluctuaciones de precios han sido provocadas, entre otras cosas, por la persistente sequía, que ha obligado a las centrales a diésel a seguir operando, atrayendo mayores costos al sistema.

“Si Chile quiere cumplir con sus ambiciosos objetivos, la planificación integrada será esencial, al igual que un esquema tarifario claro y un compromiso a largo plazo del gobierno con la transición energética, para convencer a los inversionistas de que no hay riesgo de que el apoyo del gobierno se disipe repentinamente. En línea con esto, el Senado de Chile aprobó recientemente la Ley de Almacenamiento, que se espera despeje dudas regulatorias sobre este tipo de tecnologías”, dijo el informe.

Razones de la caída

Sobre la caída de Chile en el ranking, Rodrigo Cabrera, gerente sénior de Servicios de Sostenibilidad de EY,  sostiene que “en esta oportunidad influyó el tema de las licitaciones, la contingencia de precios que observa el mercado, y finalmente, el hecho que el lanzamiento de la ley de almacenamiento había tomado más tiempo de lo que el mercado estimaba, a la fecha del informe”.

Cabrera de todas formas asegura que Chile mantiene su fortaleza de los recursos naturales, su historial exitoso y la cartera de proyectos que revelan las perspectivas de determinadas tecnologías renovables. ”No por nada, si consideramos el ranking ponderado por PIB, Chile pasa del lugar 17 al número cinco de nuestro análisis”.

Sobre los temas a mejorar, indica que “aun teniendo oportuna regulación, el clima de inversión es relevante, ya que esto permite o impide la facilidad de hacer negocios (incluida la disponibilidad de capital). En ese sentido, Chile tiene la ventaja de poseer objetivos de mediano y largo plazo compartido por todos los actores de la industria. Por lo que, si destrabamos algunas discusiones regulatorias, podremos retomar la tendencia que nos llevó a los primeros lugares del ranking global hace un par de años atrás”.