El estado de excepción declarado hoy en Bangkok para acallar
las protestas antigubernamentales y La inestabilidad política ahuyenta la inversión
y frena el avance económico a largo plazo, advirtieron economistas y agencias
calificadoras.
"La escalada de la incertidumbre política, en vista del
enfrentamiento entre los detractores y partidarios del Gobierno, supone una
amenaza no sólo para el gobierno elegido democráticamente del primer ministro
Samak Sundaravej, sino también para la estabilidad económica a largo
plazo", dijo el vicepresidente de Moody's Risk Group, Thomas Byrne.
Una persona murió y otras 43 resultaron heridas en los
choques sucedidos esta mañana en Bangkok entre los que exigen la dimisión del
ultraderechista Sundaravej, de 73 años, y los que defiende su continuidad.
Byrne señaló que la situación pone "en tela de juicio
no solo la viabilidad de la democracia en Tailandia, sino la neutralidad
política del sistema judicial".
El analista Kim Eng Tan, de Standard & Poor's, vaticinó
el declive del crecimiento económico a causa de la caída de la demanda, el
turismo y la inversión extranjera directa, y la posibilidad de la recalificación
a la baja del país.
Seguidores de la Alianza del Pueblo para la Democracia, que
organiza las protestas para derribar al Gobierno, bloquearon hoy los accesos a
los aeropuertos de Krabi, Hat Yai y Surat Thani, al sur del país, y mayores
destinos turísticos de Tailandia.
Es la segunda vez en menos de una semana que los
manifestantes fuerzan el cierre del tráfico aéreo en estos centros por donde
transitan decenas de decenas de miles de turistas todos los años.
El aeropuerto de Hat Yai, cerca de la frontera con Malasia,
fue reabierto el pasado sábado, tras un día cerrado, mientras que los de Krabi
y de Phuket comenzaron a funcionar el domingo.
Miles de turistas foráneos se vieron afectados por los
cortes del fin de semana y muchos tuvieron que desplazarse a Bangkok en
autocares por falta de vuelos.
La cotización ante el dólar de la divisa tailandesa, el
baht, se situó hoy en el nivel más bajo en algo más de un año, mientras que la
bolsa de valores de Bangkok cedió un 2,33 por ciento ante el temor de los
inversores a que la normalidad tarde en restablecerse.
El Banco de Tailandia (emisor) tuvo que intervenir a media
jornada para apoyar el baht.
Las promesas hechas esta tarde por el jefe del Ejército de
Tailandia, el general Anupong Paochinda, de que no dará un golpe de Estado ni empleará
la fuerza para disolver las protestas, no consiguieron tranquilizar la
inversión nacional y extranjera.
Las embajadas de Corea del Sur y Singapur en Bangkok han pedido a sus
ciudadanos que eviten visitas innecesarias a Tailandia, los gobiernos de
Australia y Taiwán instaron a sus nacionales a extremar la cautela y China
indicó a los suyos que revisen sus rutas de viaje y que estén atentos al
desarrollo de los acontecimientos.