La aerolínea estadounidense Continental Airlines informó hoy de que eliminará 3.000 puestos de trabajo (el
16% de la plantilla) y retirará 67 aviones para hacer
frente a "la peor crisis de la industria desde el 11-S" debido al
alto precio del combustible.
"El sector está en crisis. Su modelo de negocio no funciona con
este precio del carburante y la actual capacidad del mercado.
Necesitamos reaccionar con cambios", aseguraron el presidente de la
aerolínea, Larry Kellner, y su consejero delegado, Jeff Smisek, en
una carta remitida hoy a sus 45.000 empleados.
En su escrito, los responsables de la aerolínea detallan que la
eliminación de los 3.000 puestos de trabajo, que afectará también a
cargos directivos, comenzará en septiembre y se tratará de que sea a
través del máximo número posible de bajas voluntarias.
Ambos se comprometen además a renunciar a sus salarios hasta
final de año, así como a cualquier pago de incentivos, y explicaron
que las subidas de precios acometidas en los últimos meses no han
conseguido amortiguar el incremento del coste del carburante.
Según sus cálculos, con el crudo a US$ 151,26 por barril,
"cerca de un 75% más caro que hace un año", los gastos de
la compañía durante este año en carburante se incrementará en US$ 2.300
millones respecto al ejercicio anterior, lo que supone
unos US$ 50.000 por empleado.
En su carta, los responsables de Continental también detallan que
la intención es retirar de la actividad 67 aviones Boeing 737-300 y
737-500, de forma que a partir de septiembre sus vuelos se reducirán
un 16 por ciento al año, con especial incidencia en los trayectos
internos.
Está previsto que al final de 2009, Continental haya retirado
todos los aviones de esos dos modelos, poco eficientes en el consumo
de combustible, al tiempo que seguirá recibiendo nuevos aviones
Boeing 737-800 y 737-900ER (16 más este año y 18 el que viene), para
acabar ese ejercicio con una flota de 344 aparatos.
El anuncio de Continental, que tras la apertura de la Bolsa de
Nueva York subía un 8%, tiene lugar un día después de que
United Airlines informara de recortes similares.
Ambas compañías negociaron durante meses una posible fusión, pero
finalmente descartaron esa opción ante las dificultades surgidas y
las dudas de que esa solución garantizaría la rentabilidad de ambas.
El miércoles, la segunda aerolínea estadounidense anunció que
recortará un 14% su capacidad nacional y eliminará entre
1.400 y 1.600 puestos de trabajo.
El presidente y consejero delegado de United, Glenn Tilton,
argumentó que "este entorno demanda que nosotros y la industria
actuemos de forma decisiva y responsable".