Desaladora en Puchuncaví supera escollos: presenta avance de casi 40% en la planta y espera iniciar operaciones a fines de 2025
A pesar de haber experimentado dificultades en su inicio, la empresa ya ha cerrado acuerdos con dos compañías y siete APR en dos comunas de la Quinta Región.
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“Un año difícil”. Así cataloga Javier Moreno, gerente general de Aguas Pacífico, los primeros meses de construcción del Proyecto Aconcagua, el cual busca levantar una planta desaladora multipropósito en la comuna de Quinteros, en Puchuncaví.
Y es que no ha sido fácil sacudirse de su compleja partida. Sumado a los seis años por los que tuvo que pasar la empresa para conseguir los permisos necesarios para levantar el proyecto avaluado en US$ 1.000 millones, en mayo pasado un grupo de pescadores se tomó ilegalmente la planta, lo que tuvo detenidas las obras por un lapso de tres meses.
“El desencuentro duró más tiempo de lo que nos hubiera gustado, pero ahora estamos avanzando a paso firme en la construcción de la primera desaladora de la zona central”, enfatizó el ejecutivo.
Javier Morenogerente general de Aguas Pacífico.
Actualmente el Proyecto Aconcagua cuenta con un avance del 38%, y hay empresas que ya han mostrado interés en lograr contratos de suministro. En octubre de 2022 Aguas Pacífico cerró un acuerdo a 20 años con Los Bronces Integrados, de Anglo American, con el objetivo de entregar al proyecto cuprífero 500 litros de agua por segundo.
Durante este año la empresa cerró un segundo contrato con una firma eléctrica -a la cual suplirán con 150 litros de agua por segundo- y, además, siete programas de agua potable rural en las comunas de Limache y Olmué.
A esto se suma que a mediados de noviembre la firma cerró un acuerdo de suministro eléctrico 100% renovable con Colbún.
“Nuestro proyecto es la inversión más importante de la Región de Valparaíso. Ojalá que contemos con todo el apoyo de las comunidades, y sobre todo de las autoridades. Si este proyecto logra salir bien, sin duda van a venir más desarrollos. Santiago necesita más desaladoras en el corto plazo”, enfatizó el ejecutivo.
A juicio de Moreno, la planta podría estar operando a fines de 2025 y, por el momento, solo están enfocados en este proyecto de la zona central, pero no descartan seguir creciendo en todo el país.
Complejidades
“La desalación es el camino que tiene que seguir Chile para tener agua a futuro. Necesitamos más desaladoras”, destacó Moreno. Para ello, enfatizó que es necesario seguir avanzando en los cambios en la permisología que actualmente impulsa el Gobierno, pero añadió que, junto con agilizar y simplificar ciertos procesos, es clave que “no sea tan fácil cuestionar los permisos”.
“No es razonable que una vez que un permiso que fue aprobado, que tiene calificaciones súper robustas, sea fácil cuestionarlo. Eso genera mucha incertidumbre al proceso, cosa que ahuyenta a los inversionistas. Ojalá se puedan lograr avances para que eso pase sin cambiar el estándar ambiental”, señaló.
Respecto a la nueva norma que se está tramitando en la cámara y que permite al Ministerio de Obras Públicas construir desaladoras, Moreno enfatizó que valora la medida, ya que es importante que los distintos roles del país avancen en un mismo camino, enfocados en el futuro hídrico de Chile.