Finalmente, el gobierno oficializó esta tarde la colocación de bonos, uno a diez años y otro a 30 años, por un valor de US$ 1.500 millones en el mercado estadounidense.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, detalló que la colocación tuvo una tasa de 2,3379% para el primer bono y de 3,714% para el segmento de 30 años. Desde Nueva York, la autoridad detalló que el spread de los instrumentos fue de 55 puntos básicos para el bono a diez años y 75 puntos básicos para el de 30 años.
Vía teleconferencia, Larraín no ocultó su satisfacción por la operación pues tuvo mejores condiciones que cualquier otro país de sudamérica y las economías emergentes.
"Estas condiciones son las mejores que Chile ha obtenido en su historia. Chile tiene el costo de financiamiento más bajo en su historia y la de Latinoamérica y los países emergentes", dijo.
"Esta es una señal de confianza para Chile y su economía".
Por último, la autoridad especificó que los recursos en su totalidad no serán repatriados y que sólo US$ 840 millones volverán al país en enero de 2013 para amortizar deuda. El resto se quedará en el exterior.
Respecto al destino de los recursos restante, Larraín señaló que "lo más probable" es que se depositen en el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES).
Efectos en el mercado cambiario
El ministro Larraín descartó que la emisión, al realizarse íntegramente en dólares, afecte el tipo de cambio a nivel local, por cuando un poco más del 50% de los recursos serán repatriados para amortizar deuda en enero del próximo año.
"Estamos diciendo claramente, al no traer los recursos a Chile, que estamos evitando efectos sobre el tipo de cambio (...) No queremos consecuencias no deseadas sobre el mercado cambiario" , afirmó el secretario de Estado.